“La dejadez del club nos convirtió en ilegales en un país de leyes estrictas”

“La dejadez del club nos convirtió en ilegales en  un país de leyes estrictas”
yago, recibido por su novia ayer en peinador pontevedraviva.com

Yago Iglesias (Santiago, 6/10/1982) se define como “riveirense de adopción y corazón”. Es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, entrenador de Nivel II, tiene un Máster en Preparación Física por parte de la RFEF, y trabajó en Galicia en equipos como Boiro, Pontevedra o Portonovo. En verano, cuando se disponía a entrenar al Puebla, le llegó la oportunidad de disfrutar de una experiencia en el fútbol profesional e internacional, con la llamada de Raúl Caneda para ser el preparador físico del Al-Ittihad, en Arabia Saudí. País de donde regresó ayer junto al fisio moañés Carlos Alonso cinco meses después con sensaciones contrapuestas tras dejar Oriente de forma traumática y surrealista.

 

- Al fin en casa tras estar retenidos casi una semana por problemas burocráticos...

- Sí, estamos impresionados con la repercusión que ha tenido todo esto y con la respuesta de la gente con muchísimos mensajes de apoyo y ánimo ya no solo de familiares y amigos.

 

- ¿Por qué no podían regresar? ¿Qué les retenía?

- Teníamos que volver el día 29, tres o cuatro días antes desde el club nos comentan que están trabajando el tema de los visados, que no teníamos problema, pero el día previo a volar nos dicen que nuestros pasaportes no estaban en regla. Fue la gota que colmó el vaso, llevábamos varios meses sin cobrar, con problemas en el hotel donde nos alojaron y de repente no podíamos regresar a Galicia y nos encontramos en situación de ilegalidad en un país con leyes estrictas. Después de 5 meses fuera solo pensábamos en estar con la familia unos días antes de regresar a esa vorágine en Arabia Saudí.

 

- ¿ Qué sucedió a partir de entonces?

- Solo dos días antes la directiva nos había dado por fin el contrato a firmar, fue lo que nos salvó, nos proponían también seguir dos años más con opción a un tercero, pero preferimos dejarlo correr. Cuando apareció el grave error con los visados nos sentimos impotentes. No éramos capaces de entender la razón por la que no habían arreglado nuestros papeles, por eso decidimos marcharnos, rescindir gracias a haber firmado solo unos días antes y volver. Habíamos dejado pasar muchas cosas, no cobrar, no firmar el contrato, problemas en el hotel, incluso nuestra idea era venir unos días, descansar y regresar a Arabia, pero el no tener pasaporte y estar ilegal en el país es un problema grave. Habíamos ido al fútbol profesional y nos encontrábamos en una situación lamentable.

 

- Tras rescindir con el Al-Ittihad, tampoco pudieron marcharse...

- No. Estábamos retenidos contra nuestra voluntad, logramos rescindir y cobrar, pero desde entonces pasaron cinco días con situaciones rocambolescas. Cuando parecía que el visado tenía el OK, aparecen nuevos problemas a nivel de papeleo, incluso nos llegan a achacar que el problema era nuestro. Luego nos proponen otra forma de salir, prácticamente ser expulsados del país sin poder regresar en 5 años, con un visado de urgencia. Al final y tras días de incertidumbre y muchas gestiones en las que el traductor del club era nuestro único interlocutor, nos trasladaron desde Jedahh a Tabuk, una ciudad fronteriza con Jordania e Israel, allí nos arreglan el papeleo y volamos a Dubai, estuvimos ocho horas tirados en Dubai, finalmente volamos a Francia, y desde París llegamos a Vigo.

 

- Tras este episodio ¿se arrepiente de haber firmado por el Al-Ittihad?

- No, para nada. Hay que diferenciar. El Al-Ittihad es un gigante en Asia a nivel deportivo, se respira por los 4 costados en el país y en todo el continente, pero está sumido en una crisis económica y a nivel administrativo deja mucho que desear, en este sentido nosotros fuimos los más perjudicados, éramos los que menos peso teníamos dentro del cuerpo técnico, fue un asunto de dejadez por parte de los administrativos de un club que es un grande.

 

- Cinco meses dan para mucho, ¿qué destacaría?

- Me llevo muchas cosas positivas, de hecho si no hubiese ocurrido este último episodio, nosotros volveríamos tras haber descanso unos días con la familia. Por el nivel deportivo del club, ya obviando el tema de jugar unas semifinales de la Champions de Asia, por la cultura diferente que te sirve para darte cuenta de lo que tienes en casa y te permite aprender y enriquecerte, por todo, estos cinco meses han sido muy positivos. Tanto, que Carlos y yo no dudaríamos en salir de España si nos llaman para otro sitio, somos jóvenes y estamos abiertos a todo. Eso sí, esta vez con todo bien atado y firmado, por poner un ejemplo, si en el contrato del Al-Ittihad había 18 cláusulas o condiciones, el club estos meses estuvo incumpliendo 17, pero nosotros nos fiamos, fue Raúl Caneda el que nos había hecho la oferta.

 

- ¿A Raúl Caneda le reprocha algo por lo sucedido estos días?

- No, nosotros no le achacamos nada a Raúl, cuando ocurrió él nos llamó y nos consta que estuvo hablando con la directiva para que se solucionase. Lo que sucede es que no todos estábamos en la misma situación. Raúl Caneda y sus ayudantes principales llevan más tiempo en el club y tienen permiso de residencia, nuestro caso, como el de Ángel Oliveira, es diferente, nuestro visado va caducando. El club en teoría se tenía que preocupar de todos estos trámites, pero con nosotros no lo hicieron y nos llevaron a esa triste situación.

 

- Ya en casa ¿qué planes hace a corto plazo?

- Ahora quiero descansar, estar con mi familia que durante estos días lo pasó mal, porque había mucha incertidumbre e incluso recibían mensajes contradictorios que les hablaban de secuestros. Mi idea e ilusión era empezar mi carrera en el fútbol profesional en el Al-Ittihad, lo hice aunque ahora no sé por donde seguirá, ya me llamaron para trabajar de nuevo en el fútbol gallego a nivel Preferente, pero de momento no me hago ningún planteamiento a corto plazo. Quiero descansar y adaptarme de nuevo a la vida de aquí. En Arabia fueron cinco meses de vida muy cerrada, no tienen ocio, entrenábamos de tarde a las ocho porque se hace vida de noche por el tema del calor, todos los días acostándonos de madrugada y levantándonos a mediodía fuimos cambiando los biorritmos que ahora quiero normalizar.

“La dejadez del club nos convirtió en ilegales en un país de leyes estrictas”

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