A completar el triplete

Aunque las dos últimas victorias han minimizado los efectos de un desastroso arranque de campeonato liguero –derrota ante el Somozas por 4-0–, el Racing todavía está fuera de las cuatro primeras posiciones –las que clasifican para la fase de ascenso a Segunda B– y a tres puntos de la primera –la que brinda la oportunidad de dar el salto a la categoría de bronce solo ganando una eliminatoria–. De ahí que su aspiración sea enlazar su tercer triunfo como local en el partido que lo enfrenta al Céltiga esta tarde –18.00 horas, A Malata– para, tal vez, llegar a cualquiera de esas dos situaciones.
Ganar, ganar y volver a ganar. Eso es lo que necesita el cuadro verde para estar entre los mejores del grupo 1 de Tercera División e, incluso, pelear por el título –algo que habitualmente requiere sumar más de ochenta puntos–. Y para ello pretende que de A Malata se escape la menor cantidad posible de puntos, como ya ha demostrado en sus dos primeros encuentros como local. Es precisamente de la confianza dada por estos resultados de lo que se quiere aprovechar el Racing para asentarse entre los que van a luchar por el título y, de paso, ganar con regularidad todos sus compromisos.
Ganar... y mejorar. Eso es lo que el entrenador racinguista, Emilio Larraz, espera de la escuadra que prepara para, de esta manera, tener más posibilidades de conseguir el objetivo. Evolucionar en aspectos como jugar más minutos a un rival alto, tener paciencia si el marcador tarde en ponerse a su favor, controlar mejor la situación... son aspectos que el equipo ferrolano debe perfilar para, de esta manera, convertirse en un rival incluso más temido de lo que ya es; el principal candidato a hacerse con el título de la competición.
Precisamente la paciencia es una de las característica en las que tendrá que destacar en el encuentro de esta tarde. El Céltiga, el rival que tendrá enfrente, suele apostar por pertrecharse bien en su parcela defensiva para buscar su ocasión a la contra o en un balón parado. Así que el Racing tendrá que desgastar a su adversario para, de esta manera, acabar derribando su muro. l