El Arosa afronta la primera de sus nueve finales en A Lomba

A Lomba acoge esta tarde un clásico del fútbol modesto gallego. Arosa y Arenteiro se han enfrentado a lo largo de los últimos sesenta años en Tercera, Preferente y también en Segunda B a finales de la década de 1980. De hecho, el equipo de O Carballiño, recién ascendido y en una cómodo posición clasificatoria, se presenta en Vilagarcía con ganas de disfrutar del ambiente futbolero “es un campo histórico”, en palabras de su técnico Manel Vázquez, y jugará sin presión para sorprender a los locales. Para el Arosa es la primera de las nueve finales que le restan en casa. Engancharse a la parte alta pasa por la fiabilidad en A Lomba, ya que a domicilio solo jugará 7 de los 16  partidos que restan. Tiene además una cuenta pendiente con su afición, que no le ve ganar en A Lomba desde el 1 de noviembre.
Finalmente Rivas no se recuperó de sus molestias en la espalda y se cae de la lista. Por contra vuelve Marcos, que apunta a titular en el centro de la zaga. El Arosa asume la obligación de tener que sacar el partido adelante, pero consciente de la dificultad. El Arenteiro es un rival férreo en defensa (puede actuar con línea de cinco atrás) y solvente en el balón parado. Si bien tiene la ausencia de su futbolista de ataque más determinante y máximo goleador, Rubén Arce (sancionado).
Ante un posible cerrojazo, Jorge Otero pide a los suyos ritmo alto con el balón y presión para recuperarlo cuanto antes. También habla de tener paciencia. Tras lo visto ante el Negreira hace quince días en A Lomba, la movilidad con y sin balón serán determinantes en las opciones de tener profundidad y generar ocasiones de los locales.
El Arosa solo consiguió una vez en lo que va de temporada ganar dos partidos seguidos. Por lo que se enfrenta a todo un gran reto esta tarde.