El Arosa cae en un partido loco

El Arosa cae en un partido loco
El capitán Sylla pugna por el balón ante el central del Alondras Abel| gonzalo salgado

Cayó el Arosa ante sus recientes bestia negras, el Alondras y Antonio Fernández. Lo hizo en un partido que no dejó indiferente a nadie. Cinco goles, alternativas en el juego, ocasiones claras y emoción hasta el final. Tanta, que prácticamente la última acción del duelo en el minuto 95 fue un remate a puerta vacía del delantero local Mauri en el que el balón, caprichoso, tocó en un poste, cruzó la línea de meta y rebotó en el otro para volver al campo ante la incredulidad de todo el mundo. Aún mostrando fragilidad en defensa y concediendo demasiadas cosas, el Arosa no mereció irse a la ducha de vacío
El equipo de Rafa Sáez se encontró en diferentes escenarios durante el duelo. De inicio a un rival que lo tenía estudiado. No dejar pensar a Manu y Julio en mediocampo y cargar el juego sobre banda izquierda  con Pardavila ante Carlos Torrado. Pronto se vio que el Arosa no iba a mostrar su cara arrolladora, sin embargo el equipo de Sáez aprovechó su primera buena acción muy bien hilvanada para ponerse por delante al cuarto de hora. Y es que tiene futbolistas de calidad, que se asocian bien y llegan con mucha gente y personalidad al área. Chiqui, Sylla, Javi Otero y Luis García (sin tocar el balón) la gestaron y el propio Chiqui la culminó. Aún aturdido tras el 1-0, ya que el Arosa volvió a llegar por banda izquierda con pase al área hasta en dos ocasiones, el Alondras reaccionó. En este segundo escenario con marcador a favor y un rival fuerte delante, el Arosa ofreció dudas. Concedió hasta tres ocasiones muy claras, algunas con despistes en las marcas y otras por falta de contundencia en defensa. Pero ahí estuvo Manu Táboas, otra vez sensacional, amargándole la tarde a Pardavila.
Superado ese trance, que duró apenas dos minutos, el juego se niveló y todo parecía indicar que se llegaría 1-0 al descanso. Pero otro despiste costó a los locales una falta en la frontal que la ejecutó Yahvé con maestría. La verdad es que el vigués no solo marcó ese golazo, tan importante, sino que se marcó un partidazo jugando de pivote.
El Arosa se topó un tercer escenario al inicio de la segunda parte cuando en una pérdida en campo propio el Alondras hizo una jugada fantástica con Pardavila y Jonás sensacionales. Fue el 1-2, otro golazo. Ante este panorama, la reacción de los locales fue muy buena. Rafa Sáez movió ficha, dio entrada a Mauri y reubicó varias piezas. El Arosa se comportó como un equipo con mucha personalidad, arriesgó, empujó, generó ocasiones y empató merecidamente en una jugada entre Sylla y Luis García. Lo pudo haber hecho antes incluso, pero el remate de cabeza de Pablo se fue al larguero tras acariciarlo el meta Nucho, que entró en sustitución del lesionado Martín. 
Aunque el Alondras dispuso de una ocasión nada más sacar de centro, fue el Arosa el que siguió mostrando más empuje y ambición para llevarse el duelo.  Y sin embargo el que encontró el gol fue el Alondras. En un centro de Pablo García que acabó en el segundo palo donde Champi, libre de marca, batió a Manu Táboas.
En un último escenario adverso y con el reloj en contra, el Arosa nunca bajó los brazos.  Sylla pudo hacer el 3-3 tras un gran pase interior de Julio en el minuto 79, pero Nucho salió a tapar con decisión y atrapó el balón.  Con el partido completamente roto ya al final, Jonás perdonó el 2-4 ante Manu Táboas en el minuto 86. Y en el minuto 95, en una contra en igualdad numérica, Chiqui puso un balón de gol a Mauri, cuyo remate a puerta vacía dio en un poste, se fue al otro y volvió al campo. La fortuna se alió con los visitantes, que suman su primera victoria. El Arosa se vuelve a quedar con las ganas de romper la maldición de las cuatro victorias seguidas, que se prolonga ya 25 años.

El Arosa cae en un partido loco

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