Arosa , la mejor afición de la categoría

Arosa , la mejor afición de la categoría
Podría ser la imagen de A Lomba cualquier domingo, pero no, es la del estadio de Ganzábal

Recorrieron casi 800 kilómetros en un día. Partieron a las 8 de la mañana y regresaron superada la medianoche. Cansados, sin voz y sabiendo que, en la mayoría de casos, solo tendrían unas horas de sueño antes de arrancar la jornada laboral del lunes. No les importó. Cerca de un centenar de personas respaldaron el domingo al Arosa en Langreo, alentando al equipo desde su llegada al estadio.

Un apoyo incondicional que se vigoriza en el peor momento de resultados del conjunto de Jorge Otero en Segunda RFEF. Viajaba el Arosa a Asturias en puestos de descenso, después de cinco jornadas sin ganar y tras recibir un duro golpe en A Lomba ante el Palencia Cristo Atlético (0-3). En ese oscuro panorama emergió la mejor afición de la categoría para mostrar fe ciega en los suyos y enviarles un mensaje claro: “No nos vamos a rendir”.

Fueron medio centenar los que viajaron en el autobús fletado por la propia afición. Uno de ellos, Iván Novas, fue el cabecilla. Persistió, se movilizó y contagió al resto. El propio presidente Manolo Abalo, secundado por varios directivos, se unió a la causa y las plazas del bus se agotaron días antes del viaje. Cuidaron todos los detalles, merienda de regalo incluida al final del partido. Organizativamente volcados, al igual que en su papel de dar alas al equipo.

En coches particulares viajaron otras tantas personas, por lo que a mediodía las calles de Langreo se tiñeron de rojiblanco. Buenas noticias para la hostelería de la localidad. Cayeron cervezas, sidras e incluso algún cachopo de tamaño XXL. Solo para muy valientes. Cuando el autobús del Arosa llegó al coqueto estadio de Ganzábal los recibieron con bombos, cánticos y banderas. Después tomaron una de las gradas. Animaron, no desfallecieron y celebraron el gol del empate de Luismi.

Siempre creyeron, cantando el “sí se puede”. Al final los jugadores fueron a agradecerles el apoyo, mientras desde el Langreo, atónitos, reconocían cierta envidia sana. El Arosa sigue en situación crítica, pero está más vivo que nunca. La afición está en ebullición. El equipo dio señales de mejoría. Vuelve la comunión, que tendrá que ser refrendada el domingo ante otro asturiano, el colista Ceares, en horario matinal (12 horas) en A Lomba.

Después de lo del domingo en Langreo, jugadores, técnicos y directivos ya tienen muy claro que una parte de su afición no se va a resignar, por muy cuesta arriba que se hagan los lunes. Van a pelear por quedarse en una categoría que les costó tres décadas recuperar. Algo que puede ser fundamental ante tanta igualdad

Arosa , la mejor afición de la categoría

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