El Arosa retomó ayer los entrenamientos con tres ausencias de futbolistas que están guardando cuarentena tras dar positivo en covid el pasado jueves. De cara al partido del domingo en A Lomba ante el Marino de Luanco (19 horas), el técnico Jorge Otero espera poder contar con toda la plantilla a excepción del lesionado Róber y del sancionado Pedro García, una vez que esta misma semana se espera que el portero Álex Cobo tenga el alta médica y pueda regresar a los terrenos de juego justo una vuelta después de su lesión de menisco.
“Si todo va bien esperamos tener a finales de semana a todos los jugadores que están guardando cuarentena disponibles”, explica el directo general del club Rodrigo Lojo, que también indica que el viernes toda la plantilla se someterá a nuevos test. El Arosa, de todas formas, no llegará en condiciones idóneas a la cita contra un rival directo por la permanencia. Después de dos semanas marcadas por los casos covid que afectaron a prácticamente la mitad de la plantilla, con futbolistas que han tenido que estar aislados o siguen encerrados y no pueden entrenar con continuidad con el grupo.
En el seno del club se viven días cruciales en cuanto a posibles movimientos en la plantilla. El próximo lunes 31 se cierra el mercado de fichajes de invierno, y de momento no se atisba que el Arosa vaya a mover ficha al respecto. “No me atrevería a decir una cosa ni la contraria”, comenta el director deportivo Rafa Sáez. “A medida que avance la semana y todas las partes se desesperen más, jugadores y clubes, puede pasar cualquier cosa. Nosotros tenemos una limitación en el aspecto económico, y también el condicionante de las 16 licencias séniors cubiertas”, dice Sáez, que resalta que “cada día nos están llegando más ofrecimientos de jugadores”. Sin embargo el Arosa sigue esperando a que se produzca alguna salida de los jugadores que menos han contando en la primera vuelta, algo que a medida que se va agotando el plazo parece más improbable. l