El Boiro perdona ante el Pontevedra y lo paga un con injusto empate

El Boiro perdona ante el Pontevedra y lo paga un con injusto empate
Juampa se lleva el balón en un partido de esta temporada en Barraña | gonzalo salgado

El Pontevedra sufrió, sudó y peleó. Con mucho esfuerzo, consiguió sacar de Barraña un empate ante un Boiro que se queda a un punto del puesto de promoción que ocupa el Mutilvera y a 3 puntos de la salvación, puestos que ocupan Burgos y Caudal. El gol de Rubén Rivera nada más comenzar el partido fue una losa que Jacobo Millán, en los minutos finales, levantó con un golazo desde fuera del área. Por ocasiones y nivel de juego, el Boiro mereció más.

El Boiro estuvo efectivo en su primera ocasión. Mouriño perdió el balón en su campo y el cuadro local construyó de manea veloz una jugada de ataque que finalizó de la peor forma posible para el equipo granate. Romay, después de un centro de Cano y tras un mal despeje de Capi, lo intentó primero, pero Edu repelió su disparo haciendo gala de buenos reflejos. Rivera estuvo más rápido que nadie y aprovechó el despeje para mandar el balón al fondo de la red a placer. Fue el castigo para la tímida defensa del Pontevedra, que estuvo muy poco contundente y permitió al cuadro boirense adentrarse fácilmente en la zona de peligro.

El Pontevedra mejoró con el paso de los minutos y acabó el primer tiempo, ese en el que Rivera fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa visitante, intimidando.

El Pontevedra salió con tres centrales (Kevin, Jacobo Trigo y Capi) en el inicio del segundo tiempo y con un jugador en cada banda (Miguel y Bonilla), algo que aprovechó el Boiro para hacer mucho daño por fuera. Buscó y mereció el segundo el Boiro. Cano se convirtió en el gran referente del equipo de Fredi. Su segunda parte fue para enmarcar.

Después de un buen puñado de ocasiones del Boiro, el Pontevedra encontró el gol en una rápida jugada al contragolpe. Eneko condujo el balón y cedió para Añón, que se internó en el área. El extremo coruñés caracoleó y, con algo de fortuna, puso un buen pase para la llegada de Jacobo Millán. Desde la media luna del área fulminó al Boiro con la zurda. Pato acarició el esférico, pero no pudo evitar que se metiese en su portería. Sin Rivera, inexplicablemente sustituido, en el campo, Fredi sacó a Marcos, metió a Beda y pasó a Romay a la banda. No funcionó. El desacierto mató al Boiro.

El Boiro perdona ante el Pontevedra y lo paga un con injusto empate

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