Y las botas dan vida en Guinea

Y las botas dieron vida. Los organizadores de la Copa Ribadumia que dirige Paco Ozores vieron esta semana como se cerraba el círculo del proyecto solidario que pusieron en marcha durante la celebración de los torneos de fútbol base realizados el pasado mes de junio en A Senra. “Mis botas dan vida” fue una iniciativa en la que colaboraron todos los equipos que participaron en el evento, que consistió en aportaran botas de fútbol ya usadas pero en buen estado por parte de los jóvenes participantes (categorías benjamín, alevín e infantil ya no utilizaban), para destinarlas a niños africanos.

El resultado fue abrumador y se juntaron durante la celebración de los torneos hasta más de 300 pares de botas. A esto se sumó el CD Ribadumia  aportando material deportivo como camisetas, pantalones o mochilas.

Todo el material deportivo donado fue recogido el pasado mes en Ribadumia por la Fundación Martínez Hermanos para llevarlo hasta Guinea Ecuatorial, merced a la colaboración del ex futbolista profesional del Betis Benjamín Zarandona, que dirige un proyecto en la zona de Bata para la promoción y formación en de escuela de fútbol con chavales de distintas edades. Esta misma semana el lote deportivo llegó a su destino.

La entrega se hizo en el Estadio Nacional de Bata y participaron decenas de niños que se marcharon del campo exhibiendo sus mejores sonrisas y luciendo sus botas “casi nuevas”, sus nuevas camisetas, mochilas…

“Son momentos como este los que nos motivan y nos dan fuerzas para seguir trabajando por y para que este proyecto siga creciendo un poquito más cada año”, explica Paco Ozores. La segunda edición de la Copa Ribadumia que se llevará a cabo en A Senra volverá a poner en marcha la iniciativa  “Mis botas dan vida”, después del rotundo éxito de esta primera experiencia. Otra vez con la colaboración de  Benjamín para “seguir equipando a chavales desfavorecidos de la zona de Bat!”. Desde la organización de la Copa Ribadumia agradecen al propio ex futbolista guineano, a la Fundación Martínez Hermanos, a los entrenadores arousanos internacionales Blas Charlín y Pablo Coira su “inestimable colaboración tanto con el proyecto como con el Torneo”. También hacen partícipes del éxito del proyecto a  los 78 equipos que aportaron todo el material. “Sin ellos no sería posible. Sus botas ya tienen otra vida”, dicen desde la organización con orgullo y gratitud