Calucho vuelve al Sanxenxo “obligado” por la amistad con Veiga y su cariño al club

Lino Diz “Calucho” tomó ayer las riendas del Sanxenxo en sustitución de Ángel Oliveira. El padronés afincado en Pontevedra vuelve a la que fue su casa durante tres temporadas y media con “la voluntad de trabajar” en estas últimas 11 jornadas de liga. Regresa “un poco obligado” tras la llamada del presidente Manolo Veiga, íntimo amigo. “Si es otro club no voy, la situación es muy comprometida”.
Fueron varios los factores al margen de la insistencia de Veiga que convencieron a Calucho. Primero el poder contar con el preparador físico Benito Pastoriza, su mano derecha con el que lleva trabajando casi una década, “el hecho de que pueda venir es clave”. Y segundo, el cariño que le procesa al Sanxenxo, al que logró ascender a Tercera y del que tuvo que irse por la puerta de atrás debido a los malos resultados en diciembre de 2011. “Decirle sí a un club como este no te cuesta por toda la relación que me une”.  Se reencuentra con jugadores como Nel, Velay, Deivi, Cuchi y Alfonso.
El nuevo entrenador no promete la permanencia, solo trabajar mucho. “Si el equipo baja no lo desciende Calucho ni Oliveira, esta es la realidad del Sanxenxo y no lo de la primera vuelta, la situación es compleja” debido a la racha negativa de nueve derrotas que ha mermado la moral del grupo. Calucho da importancia al tema anímico, pero no menos “que al táctico o al físico”. Su intención es entrenar cuatro días, uno más que en estos momentos. Algo difícil por la realidad económica del club y las circunstancias de la plantilla, con jugadores que vienen desde Santiago y otros cuyas obligaciones laborales les impiden hacerlo con la regularidad que exige la categoría.
Ayer la plantilla se despidió de Ángel Oliveira y posteriormente Calucho dirigió su primera sesión. Debutará el domingo en Abegondo ante el Depor B. Curiosamente un equipo que vio “in situ” el domingo en A Senra. “Me causó una sensación extraordinaria”. Calucho dice que conoce a la plantilla del Sanxenxo, “son jugadores que tengo controlados” pero para analizarla prefiere “entrenar primero y luego hacer valoraciones”. La temporada pasada llegó en una situación similar al Céltiga en Preferente y logró el objetivo que le marcó la directiva.