10º-17º
jueves | 25 abril | 2024
El Arosa juega esta tarde en Arzúa por primera vez en su historia en liga. Y lo hace en un partido clave en sus aspiraciones de play-off y en una fecha señalada, coincidiendo con la Festa do Queixo en la localidad coruñesa. Si el equipo de Rafa Sáez, que aventaja en 3 puntos al recién ascendido y revelación del campeonato, quiere dar un golpe de efecto para enfilar la senda hacia la fase de ascenso necesita chafar hoy la fiesta local a su rival. Una misión complicada porque el Arzúa de Alberto López está de dulce, tras ganar 5 de sus últimos 6 partidos, y ver en el de esta tarde la posibilidad real de meter la cabeza en zona de play-off. El ambiente, la dinámica y las circunstancias son inmejorables para los locales, por lo que el Arosa deberá subir prestaciones a nivel defensivo y ofensivo y mostrar personalidad para aguar la fiesta.
Rafa Sáez repite convocatoria, con la novedad en la lista de 17 de Manu Rodríguez, que reaparecerá “aunque no está para noventa minutos”. Joel Sanabria estuvo entre algodones durante la semana, pero viaja, no así Trapero, el gran sacrificado en los últimos partidos de liga después de su notable y regular rendimiento durante muchos meses.
“El equipo está otra vez de pie después de haber empatado, no estamos en una mala dinámica, solo nos cuesta enlazar victorias”, dijo ayer Rafa Sáez en sala de prensa. El entrenador tiene buenas sensaciones al observar el comportamiento de sus jugadores y asegura que el Arzúa ya no es la revelación, sino una realidad. “Con 40 puntos está en derecho de soñar y aspirar a las cuatro primeras plazas. Es un equipo que ha fichado bien y ha mantenido a jugadores importantes”, dice el pontevedrés. “Es un equipo que mantiene una línea homogénea, tanto en casa como fuera, es un equipo que va a por el partido y no especula, pisa campo rival e incorpora muchos jugadores. Además para ellos es un partido importante en un día especial y están muy enchufados”. Ante todo esto el Arosa espera mejorar en defensa y se marca como objetivo “dejar la portería a cero” en un escenario de un partido que apunta a “abierto” y con muchos idas y vueltas. El pichichi local, Íker Hurtado, es la gran amenaza para el Arosa, ya que lleva 20 goles.
