Catoira, foro del nuevo orden olímpico

El presidente de la Federación Internacional de Piragüismo, Jose Perurena, anunció ayer en el seno del V Congreso Internacional para entrenadores de piragüismo en aguas tranquilas que se celebra en Catoira que el organismo propondrá al Comité Olímpico Internacional la eliminación de la prueba de kayak masculina K-2 200 para dar entrada a la de canoa femenina C-1 200 metros. Era una de las principales cuestiones a abordar en el seno del congreso: qué modalidades cambiar para conseguir el objetivo de la paridad, y Perurena la defendió alegando que las estadísticas de los diez últimos años dejaban el debate de la eliminación entre los doscientos metros de kayak y los mil de canoa, optando por el primero “pues si quitamos la prueba de doscientos masculina, la canoa corre peligro de desaparecer. Sin embargo al kayak le quedan más modalidades tanto en k-1 como en k-2 y k-4”.
Será solo un primer paso. El presidente de FIC recordó que se completará con la posterior eliminación en slalom del C-2 para dar cabida al C-1 femenino, llegando así al 2024 con 5 pruebas de mujeres y 7 de hombres. Falta pues un último cambio para llegar al 6-6 pero se debatirá después de las próximas citas olímpicas, cuyo programa se revisa, -explicó Perurena, que también es miembro del COI-, cada cuatro años.
La propuesta de la FIC se debatirá en una reunión a celebrar en Montreal del 7 al 9 de diciembre, pero parece poco probable que no se sigan los dictámenes del máximo organismo internacional en materia de piragüismo. Son malas noticias para España, que apostaba por la eliminación de modalidades de 1.000 metros, como reconoció en Catoira el presidente de la Federación Española, Juan José Román. Modalidades que exigen más resistencia que velocidad y por tanto favorecen a modelos como el alemán.

formación
Durante su intervención, Perurena aseguró que el piragüismo tiene el futuro olímpico asegurado, pero instó a los entrenadores a esforzarse por conseguir calidad en las distintas modalidades existentes, “de tal forma que si una llegase a desaparecer tengamos siempre otra modalidad de piragüismo preparada para sustituirla, y así que nuestro deporte nunca pierda cuota en favor de otro”. En este momento, su cuota está fijada en 330 deportistas y 16 medallas. La paridad no exige, explicó, que compitan el mismo número de mujeres que de hombres sino que haya el mismo número de pruebas y medallas para ambos sexos. Es decir, en una prueba masculina puede haber 20 deportistas y en una femenina 10, siempre que opten al mismo número de medallas. “La mujer va a tener oportunidades pero tendrá que tener calidad para llegar a la igualdad real, a la igualdad en el número de deportistas, y ahí es importantísimo el trabajo que realicen los clubs”.
También instó Perurena a los clubes a trabajar en la formación de personas con discapacidad, destacando el importante papel que juega el piragüismo en las paraolimpiadas, dónde los remeros suponen una presencia muy importante.