CB Doce o la ilusión por el basket tras la etapa júnior

CB Doce o la ilusión por el basket tras la etapa júnior
La plantilla del CB Doce en la visita a las instalaciones de uno de sus patrocinadores | cedida

El CB Doce Concept Spain -Desgüaces Santorum puso fin a una nueva temporada en Tercera Autonómica. El club suma ya 34 años de vida y se ha convertido en un clásico del baloncesto arousano. Acabó cuarto en la liga, en la que se impuso el Extrugasa Río Ulla, que también ganó la segunda fase y finalizó tercero en la última quedándose a las puertas de dar el salto de categoría.  En la segunda fase A2 con los equipos de Vigo, el CB Doce acabó primero e invicto. “Los resultados son lo de menos”, explica el alma mater del club, Santi Posada. “Cubrimos las 15 fichas y contamos con gente que también vino a entrenar, además este año rejuvenecimos el equipo”. 
El Doce es un superviviente en el mundo de las competiciones séniors Fegaba que cada año cuentan con menos equipos. Sacar adelante cada temporada les cuesta unos 4.000 euros, sin contar desplazamientos, y aunque cuentan con la ayuda del patrocinador, los jugadores se costean la actividad pagando 20 euros cada mes. Es una forma de comprometerse con el proyecto. 
El club celebró hace cuatro años su trigésimo aniversario con una singular y original iniciativa en la que rindió homenaje a los tres Concellos que le acogieron durante todo este tiempo. Llevaron a cabo un relevo olímpico botando el balón de basket a lo largo de 21 kilómetros partiendo de Caldas, yendo hasta Portas y finalizando en Vilagarcía. Participó toda la familia del Doce, jugadores, exjugadores, simpatizantes, socios...El club ha tenido que reciclarse a lo largo de los años para buscar recursos económicos que le permitan mantenerse en las categorías federadas. Vilagarcía en la actualidad es un referente a nivel autonómico en cuanto a baloncesto de base, por número de licencias. Pero, ¿qué pasa cuando estos jugadores acaban su etapa formativa y quieren seguir jugando? No hay alternativas para darles cabida, ni preocupación e incentivos, es ahí donde el CB Doce es indispensable acogiendo amantes del basket que se resisten a abandonar tras tantos años de etapa formativa. l

CB Doce o la ilusión por el basket tras la etapa júnior

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