Los clubes arousanos diseñan entrenamientos individuales para sus jugadores recluidos

Los diferentes primeros equipos de fútbol de los clubes arousanos ya no se ejercitaron ayer, con la idea de no volver a retomar los entrenamientos hasta conocer como avanza la crisis sanitaria del Coronovaris COVID-19. El cierre de instalaciones deportivas municipales decretado ayer por el Concello de Vilagarcía hasta el próximo 29 de marzo reforzó la decisión del Arosa de cancelar definitivamente los entrenanientos en grupo las próximas semanas del equipo, a la espera de que se normalice la situación y vuelvan a reanudarse las competiciones. 

Los planes de entrenamiento individualizados para que cada futbolista trate de mantener la forma física en su hogar mientras dura esta situacion entran a escena en estos momentos. El preparador físico del Arosa, Miguel Fontán, explica que todavía no ha enviado tareas específicas a los jugadores, “de momento les hemos dado descanso y el lunes hablaremos”.

El entrenador Rafa Sáez no entra a valorar si el parón liguero puede beneficiar a su equipo, que tiene varios jugadores que están recuperándose de lesiones y podrían estar disponibles dentro de unas semanas si se reanudase la competición. “No voy a contestar a eso, con la cantidad de infectados y de muertos por esta enfermedad el problema aquí es el coronavirus, no el fútbol, el fútbol es secundario”. Pedro Beda, Róber y Julio Rey están en la parte final de la recuperación de sus diferentes percances, mientras que Joel Sanabria explicaba ayer desde Barcelona que su lesión en la rodilla derecha no reviste gravedad aunque está pendiente de someterse a una resonan cia para certificarlo. Tanto el Arosa como los demás equipos de las diferentes modalidades deportivas son conscientes de que les toca “ir día a día” sin hacer ningún tipo de cábala porque “no tenemos seguridad de cuando se puede reanudar la competición, hay un plazo de quince días pero habrá que ver como evoluciona”.  

Es el caso también del Ribadumia, el técnico Luis Carro explica que una vez suspendidos los entrenamientos “les hemos mandado a cada jugador un trabajo específico, sobre todo que puedan realizar sin salir de casa”. Lo mismo ocurre con el Céltiga, “el jueves hicimos el último entrenamiento, les hemos dado libre el fin de semana y el lunes les enviaremos un plan de trabajo individual”, dice Javi Rey. El objetivo es que los futbolistas no pierdan la forma física durante el parón.