Los coleccionistas de ascensos

Hace casi un año, Diego Blanco, Pablo González “Fiti” y Fernando Aguín celebraban en Monte da Vila el ascenso del Sanxenxo a Tercera División. El domingo, en el mismo escenario pero con la camiseta del Unión Grove revivieron manteos, abrazos y cánticos. Esta vez con el regreso del equipo meco a Preferente. Han hecho de los ascensos una costumbre. Entre los tres suman ya 13  en categoría sénior, a los que hay que sumarles los 3 que lograron siendo chavales en el Portonovo, en infantiles, cadetes y juveniles (a Liga Nacional). Hay que remontarse dos décadas atrás para contar la historia de estos tres amigos, buenos futbolistas y coleccionistas de ascensos.
Diego y Fiti son de la misma quinta, del 79. Fernando es del 80. Se forjaron en la cantera arlequinada. Prolífica, con Nel (hermano de Diego) o Alfonso como otros ejemplos, y Fran Rico de baluarte. En el primer equipo del Portonovo coincidieron dos años antes de emprender diferentes caminos. Fernando se fue al Villalonga. De celeste vivió su primer ascenso, a Tercera División. Fiti se quedó en el Portonovo para ser un estandarte. Celebró dos ascensos a Tercera. Diego Blanco se marchó al Sanxenxo,  para convertirse también en emblema de la entidad. El primer reencuentro se produjo en Baltar de Arriba con la llegada de Aguín, que sumó su segundo ascenso (el primero de Diego) de Primera a Preferente. Ambos lograrían también el salto de categoría a Tercera en 2011.
La temporada pasada, ya con Fiti de amarillo, consiguieron otro ascenso a Tercera, pero por diferentes motivos no siguieron en el Sanxenxo tras el verano. Encontraron acomodo en O Grove. Borja Burgos apostó por ellos. Tres veteranos de 35 años que llegaron con la misma ilusión de siempre. Los inicios fueron duros. Diego y Fiti apenas hicieron pretemporada. Además, Fiti sufrió en septiembre una fractura de nariz y pómulo tras un aparatoso choque en un partido. El polivalente futbolista no acabó de tener continuidad cuando reapareció, pero no tiró la toalla. Ni piensa tirarla. “Mi madre me dice que deje el fútbol” comenta, pero su intención es seguir. Diego, que con el del domingo suma ya 17 goles, tampoco se pone fecha de caducidad. “Como todos los años en verano lo valoraré”. Fernando también quiere seguir. Su problema radica ahora en encontrar tiempo para el fútbol tras su tercera paternidad. Físicamente los tres se ven con mucho fuelle todavía. Puede que aún tengan más ascensos que celebrar