Desconcierto en el Sanxenxo con la persistente plaga de lesiones

“En todos los años que llevo en el fútbol nunca vi nada igual”, así resume Óscar García la plaga de lesiones que esta temporada asola al Xuventude Sanxenxo, que acumula dos meses entrenando con poco más de una docena de jugadores y completando convocatorias los partidos con lesionados. “Los llevo por si tienen que salir a perder tiempo”, explica el entrenador morracense, que el domingo en el campo del Noguiera de Ramuín utilizó en los  últimos minutos al portero Jorge como jugador de campo.
La mala racha de resultados, zanjada este fin de semana en Ourense, está directamente relacionada con la oleada de bajas. Todo empezó a torcerse en pretemporada. A mediados de agosto en un torneo triangular. Minso se rompió el ligamento cruzado. El Sanxenxo, con una plantilla de 19 jugadores, perdía para prácticamente toda la temporada a un futbolista muy polivalente y experimentado. En la segunda jornada de liga, el central Eloy también caída lesionado. Un problema cervical. No ha jugado desde entonces, por lo que Óscar García solo dispone de dos defensas centrales: Cristóbal y Luciando. Ambos se han perdido partidos por sanción, por lo que el movimiento de piezas ha sido constante para tapar agujeros.
En la sexta jornada, cuando el Sanxenxo aún se mantenía en la zona noble con 11 puntos de 18 en juego, todo empezó a resquebrajarse. Corrales sufrió una rotura de fibras en un aductor. Dos meses después sigue de baja. Almirón se lesionaba en la rodilla. Tras varias pruebas, está cerca de reaparecer al optar por un tratamiento conservador. Solo una semana después era el portero Valdimir el que caía lesionado por una rotura de fibras. Empezó el camino tortuoso, con semanas de trabajo con la enfermería llena y los “doce o trece disponibles cuidándoles para que no se lesionasen”. Pero la plaga siguió. Melchor, con una piedra en un riñón, cayó en la jornada 9. Aún no se ha recuperado. Al margen de todos estos contratiempos de duración considerable se fueron produciendo otros puntuales. “En Moaña solo éramos 12 disponibles”, recuerda el técnico. “En A Estrada, 13 y a Mondariz fuimos con 14 sanos”.
Con este panorama, el Sanxenxo perdió cinco partidos seguidos. Fichó a Marcos Dopazo, que tras cuatro meses inactivo tuvo que jugar nada más aterrizar. “Hubo partidos que la gente arriesgó jugando”. La  plaga al menos ha remitido, pero el equipo todavía tiene bastantes jugadores en el dique seco.  Al menos, la mala dinámica de resultados se ha visto frenada las dos últimas semanas. En el club no se explican lo ocurrido.