El balón parado vuelve a condenar a un Villalonga que se complica la vida

El balón parado vuelve a condenar a un Villalonga que se complica la vida
machu golpea el balón en un partido de liga gonzalo salgado

El balón parado está siendo el auténtico vía crucis del Villalonga esta temporada. Son muchos ya los partidos que se le están escapando por defender mal un córner o una falta lateral. Y ayer le volvió a ocurrir en un campo donde era previsible por sus escasas dimensiones. Jacobo Molina ya había avisado que el mayor peligro que se iban a encontrar era el terreno de juego y también insistió durante la semana, entre otras cosas, que se tuviese mucha atención en las acciones de estrategia y en los contactos en el área, puesto que en O Condús es muy fácil que el balón llegue a ambas áreas. Pues el aviso no dio sus frutos porque el primer gol del Dorneda llegó en un penalti de Isma a Chequi, eso sí, bastante riguroso, tras contactar el defensa celeste con el atacante local. Dani Deza se encargó de transformar la pena máxima y a los siete minutos el Villalonga ya se veía en la necesidad de remar contra corriente.

Pero supo hacerlo y pasada la media hora lograría el empate en un claro penalti por mano de un defensa ante Jorge Fernández. Marc, el especialista del Villalonga, no falló y parecía que se llegaría al descanso con esta igualdad que tranquilizaba a los celestes de cara a la segunda parte. Pero el partido se complicó en el minuto 44. Un saque de esquina. De nuevo el balón parado que tantos disgustos le está costando esta temporada al Villalonga. Falta de atención y concentración y Dani Gómez remata totalmente solo al fondo de la portería. Un despiste que llevó al Villalonga al descanso por debajo en el marcador y con el estado anímico tocado porque fue uno de esos goles denominadas psicológicos, por haberse producido al borde del descanso y porque llegó de nuevo a balón parado.

En la segunda parte el encuentro mantuvo la misma tónica, con un Dorneda muy bien ordenado en un campo al que le tiene bien pilladas las medidas y los espacios no existían. Aún así el Villalonga generó algunas oportunidades de gol como para empatar, pero sus atacantes no estuvieron atinados (Molina también había advertido de la importancia de tener acierto de cara a puerta). Saúl tivo una de las más claras con un disparo en el que el balón salió rozando el poste.

El Villalonga lo mereció pero el gol no llegó y ahora se mete realmente en un lío después de esta derrota con un rival directo y de encadenar ya doce jornadas consecutivas sin ganar. Tres meses sin conocer el triunfo es demasiado. La última vez que venció el equipo celeste fue el 11 de noviembre de 2012 en casa ante el Cerceda.

El balón parado vuelve a condenar a un Villalonga que se complica la vida

Te puede interesar