Empate a insatisfacción

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Diario de Arousa-2019-02-11-033-d9188b02

Ribadumia y Boiro empataron 1-1 un derbi que deja insatisfechos a ambos y no aclara demasiado su delicada situación clasificatoria. Los visitantes consiguieron ponerse por delante muy pronto con un gol de Changui, pero antes del descanso concedieron a balón parado y el Ribadumia niveló el marcador gracias a Diego Abal. Los locales dominaron más fases del partido, sobre todo en la segunda parte y vieron como una vez finalizado el mismo dos de sus futbolistas, Manu Bugallo y Eloy, fueron expulsados antes de una pequeña trifulca en la entrada a vestuarios después de un codazo de Paco en la cara al propio Manu Bugallo en una de las últimas acciones del partido.


A los doce minutos llegó el 0-1, el Ribadumia se lió en la salida de balón, Miguel Vázquez lo perdió prácticamente dentro del área ante Carlitos Silva, que solo tuvo que asistir a Changui para que marcase a puerta vacía. Los visitantes, que salieron más incisivos, no desaprovecharon el regalo. En el 22 el Boiro dispuso de otra ocasión clara, otra vez fruto de su presión sobre la zaga local, tan persistente en su idea de no rifar el balón como imprecisa. Elier cortó el pase de Miguel Vázquez pero se entretuvo en el borde del área desaprovechando el tres contra uno. Un par de centros chut que obligaron a intervenir a Pazos pusieron de manifiesto la insistencia y el empuje visitante mediado el primer acto ante un Ribadumia sin profundidad ni capacidad de avanzar con su juego de pase al pie.


El Boiro no se vio sometido durante la primera media hora, tuvo el partido controlado, siempre atento en tareas defensivas sin hacer concesión alguna. Pero de ahí al descanso, el equipo de Luis Carro tomó el mando, metió al Boiro en su campo y merodeó el área de Rodri, aunque sin ocasiones. El equipo aurinegro consiguió el empate justo antes del descanso, en un  córner que remató con el pie Diego Abal en área pequeña al fondo de la red. La falta de concentración puntual se cebó con los visitantes, que encajaron en el único remate entre los tres palos de su rival en el primer tiempo.

Segunda parte
Comenzó mejor el Ribadumia tras el descanso, con más continuidad en su juego, más fluidez y también espacios entre líneas para manejar el balón. Hugo tomó protagonismo bajando a recibir en la mediapunta y obligando al Boiro a limitarse a las tareas de contención. Movieron rápido los banquillos ambos técnicos, refrescando sus ataques con Eloy y Óscar Martínez respectivamente. El Ribadumia tuvo una gran ocasión antes de la hora de partido, en una falta lateral que tocó Hugo hacia el segundo palo, donde remató forzado Fran Fandiño al lateral de la red.


El Ribadumia siguió yendo a más, con Tomás Abelleira escorado a banda derecha y Eloy dándole más verticalidad al juego por la izquierda. Fandiño tuvo otra ocasión a centro del propio Eloy tras una buena incursión por la izquierda de Diego Abal. Rubén López trató de cambiar la dinámica del juego dando entrada a Álex Teira por Elier. El partido se niveló y el técnico visitante agotó los cambios dando entrada a Lezcano, otro futbolista de ataque.


El equipo visitante llegó muy entero al final y tuvo tres ocasiones claras para ganar. Primero en un remate de cabeza de Borja en un saque de esquina que se estrelló en la parte superior del larguero. Más clara si cabe fue la que tuvo Pablo Vidal en el minuto 87 en una buena contra lanzada por Changui, el lateral izquierdo visitante no decidió bien en el área a la hora de pasar o rematar.


El partido se agitó en los últimos minutos y el Ribadumia también rondó el gol en  un centro raso de Eloy que despejó el meta Rodri. En el tiempo de aumento la tuvo Changui, cuyo remate de puntera en el punto de penalti le salió centrado y atrapó Roberto Pazos.

Lamentable final
El derbi acabó en una discusión entre jugadores de ambos equipos en la entrada a vestuarios, con Manu Bugallo sangrando con el labio dañado y expulsado supuestamente por protestar, al igual que su compañero Eloy. Paco le propinó un codazo a Bugallo antes del saque de banda con el que acabó el partido. El local Cerqueiras, no convocado, se lo recriminó en la entrada a vestuarios, de ahí el tumulto. El Ribadumia acabó indignado con el árbitro por las expulsiones de sus dos jugadores y ya prepara un recurso al acta. También se quejan de la falta de diálogo del trencilla al final para aclarar lo sucedido, con la delegada local afectada e impotente. Llueve sobre mojado para los aurinegros esta temporada, en la que no están teniendo fortuna en el capítulo arbitral

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