La expulsión de Miguel allanó el camino de la remontada al Compostela

La expulsión de Miguel allanó el camino de la remontada al Compostela
Pablo Mota maniobra con el balón ante la presión de Álex Ares en una acción del partido | el correo gallego

El Ribadumia perdió ayer en Santiago un partido en el que consiguió ponerse por delante hasta en dos ocasiones en la primera parte pero que quedó completamente condicionado por la expulsión de Miguel Vázquez al inicio de la segunda por doble amarilla con 1-2 en el marcador. El Compostela empató justo en la acción posterior a la tarjeta roja y contra diez fue capaz de marcar tres goles para hacer el 5-2 final en el estadio Vero Boquete de San Lázaro.


Una derrota dura para los aurinegros, pero también engañosa. Y es que hubo un partido completamente distinto hasta la expulsión. El Ribadumia, sin estar brillante en el primer tiempo, tuvo el partido bastante controlado, aunque la primera ocasión clara fue del Compostela por mediación de Remeseiro. Tras un robo de balón en mediompo los aurinegros hicieron el 0-1. Fran Fandiño condujo el esférico y lanzó ajustado para adelantar a los de Luis Carro. El cuarto clasificado dio respuesta cinco minutos después. Centró Miki y remató el canario Aythami con puntería. 


El conjunto arousano volvió a ponerse en ventaja en otra transición tras recuperación. Manu envió sobre la espalda de la zaga local a Hugo, que definió con calidad lejos del alcance de Anxo. Con este resultado se llegó al ecuador.


El Ribadumia sabía que tendría que sufrir en el segundo tiempo, pero no esperaba recibir un mazazo en forma de expulsión. Miguel Vázquez fue al corte al suelo y el colegiado le mostró amarilla, la segunda hasta ese momento en todo el partido y curiosamente al mismo jugador. La acción le salió redonda al Compos, que marcó en esa falta lateral el 2-2 por mediación de Brais Abelenda. 


En inferioridad numérica el Ribadumia tuvo muchas dificultades para frenar a su rival, que ganó prestaciones con los cambios e hizo daño en los uno contra uno en banda. Así llegó el 3-2, obra del revulsivo Santi Gegunde. Luis Carro arriesgó con un 4-3-2, dejando a Eloy con Hugo en punta. Y es que el Ribadumia quería puntuar en Santiago. El Compostela, con espacios y su rival ya cansado, amplió su ventaja hasta el 5-2 final  con goles de Abelenda y Rubén en los últimos diez minutos. El Ribadumia empieza con mal pie su particular “Tourmelaet” en el calendario.
 

La expulsión de Miguel allanó el camino de la remontada al Compostela

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