Fin de las rachas en O Barco

Fin de las rachas en O Barco
Julio Rey, en una acción del partido de la temporada pasada en Calabagueiros | juan acha

Un partido en el que logró nivelar en la segunda parte con un doblete de Mauri el 2-0 en contra con el que se fue al descanso, pero en el que pagó el esfuerzo al final y encajó el 3-2 a falta de 8 minutos. Esta derrota ante un rival directo lo descabalga de los puestos de play-off.
De inicio, el entrenador Rafa Sáez introdujo una novedad en el once, al que volvió Pablo González en detrimento de Chiqui para formar pareja en el eje de la zaga con Iago Martínez, por lo que Cristóbal Juncal jugó en el doble pivote junto a Manu Rodríguez y Luis García ocupó la banda izquierda.
Tras una buena puesta en escena, el Arosa no encontró la fluidez en su juego para generar ocasiones. Aunque el Barco tampoco llegó con peligro al área de Manu Táboas, se fue al descanso con una ventaja de dos goles. El primero fue soberbio, del delantero Juanito Bazo, que desde muy lejos vio a Táboas adelantado y lo batió por alto.
El terreno de juego, rápido y resbaladizo, jugó en contra de los visitantes justo antes del descanso, cuando uno de sus zagueros optó por controlar en área en vez de despejar permitiendo la ocasión clarísima de los ourensanos que no perdonó David Álvarez, pese a que llegó a tocar el portero Manu Táboas el balón.
Un 2-0 ante un rival directo es una losa enorme, pero el Arosa tuvo una muy buena respuesta a este panorama. Salió a dominar con más mordiente en la segunda parte.

Doble cambio
Ayudó el doble cambio que introdujo antes de la hora de juego Rafa Sáez. Se fueron los dos centrales, Pablo y Iago, y entraron Mauri y Chiqui para colocarse en las bandas. La reestructuración fue sustancial. Pacheco y Cristóbal Juncal, que regresaba a la que fue su casa los dos últimos años, pasaron al centro de la zaga, Javi Otero se puso de lateral derecho y la manija por dentro en mediocampo la tomaron Manu Rodríguez, Julio Rey y Luis García. El Arosa se puso el traje en el que se reconoce a sí mismo y comenzó a merecer el gol. El meta local Azpillaga acumuló trabajo, mientras Mauri, con un remate al lateral de la red ya avisó de sus intenciones. En el 65 llegó el 2-1, en una buena acción combinada con centro desde banda y remate del malagueño en el segundo palo.
El Arosa no se frenó en la segunda parte. Fue a por todas, dispuso de faltas frontales y una sucesión de córners. En el 75 logró el empate. Otra vez Mauri, que se movió bien al espacio y recibió un pase en profundidad batiendo en el mano a mano a Azpillaga.
Tras el 2-2 el Barco espabiló, mientras el Arosa empezó a dar síntomas de cansancio por el esfuerzo realizado en el segundo acto. Cuando ya estaba Mou preparado para entrar y dar un poco de oxígeno a los arlequinados (ayer con su segunda equipación), el Barco encontró el 3-2. Los locales recuperaron un balón, entraron por banda y tras varios remates fue Íker Revuelta el que aprovechó la concesión.
De ahí al final el Barco paró el partido, ya no quiso que tuviese ritmo ni continuidad. El ánimo visitante decayó. El Arosa tuvo empuje, pero no ya de la misma manera.

Fin de las rachas en O Barco

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