“Este equipo lo siento como parte de mí, los 25 años pasaron rápido”

“Este equipo lo siento como parte de mí, los 25 años pasaron rápido”
Carolina Baños cumple al igual que el club 25 años de carrera deportiva en el Atlético Arousana | mónica ferreirós

Carolina Baños (Vilagarcía,16-6-1979) lleva en el Atlético Arousana prácticamente desde que empezó todo a mediados de la década de 1990. Y ahí continúa, al pie del cañón y haciendo lo que más le gusta, jugar al fútbol. La vilagarciana repasa su trayectoria durante 25 años en un club que hoy celebra sus bodas de plata en una gala que tendrá lugar a las 20 horas en el Salón García.

¿Recuerdas cuando empezaste a dar las primeras patadas a un balón?

Pues yo que creo fue desde que nací, jugaba con mis primos desde muy pequeña. En casa mi padre no jugaba pero a mí siempre me gustó. Además a mi abuela, que tiene casi 90 años, le gusta el fútbol y sigue viéndolo.

¿Cómo se tomaron hace más de treinta años en casa que jugaras al fútbol?

En A Bouza donde vivía eran todos niños los que jugaban en la calle y yo en medio, ellos no tenían problema. Incluso en el cole en mi clase estaba Pablo Coira y jugábamos, yo era una más. Para los niños era algo normal. Tenía 16 años cuando me avisó mi prima de que habían montado un equipo femenino, fui a probar un 15 de septiembre y ya me quedé. Mi madre ya estaba acostumbrada, llevaba toda la vida diciéndome que no jugara al fútbol, pero después se resignó porque era lo que me gustaba, incluso me regaló unas botas antes de ir al Arousana.

¿Cómo fueron aquellos primeros años del Atlético Arousana?

Pues de mucha incertidumbre, fuimos a la delegación de Pontevedra de la Federación Gallega para pedirles que hicieran una liga y dijeron que no. Tuvimos que apuntarnos a fútbol sala, competíamos con gente mayor y de mucho nivel. El primer partido nos metieron 14-1, solo fue un año porque después creamos una liga de fútbol 11 no federada, pagábamos un seguro aparte y así podíamos jugar.

Pero esa insistencia surtió efecto con el tiempo...

Sí, después se creó la liga gallega con equipos como Aguiño, Callobre, Val do Ulla, Pontecaldelas...Y en el año 2000 ganamos esta liga y se nos abrió la posibilidad de competir en Primera Nacional.

¿Cómo fue eso?

Lo decidimos de un momento para otro, nos dijeron que iban a crear la Primera Nacional y teníamos la opción de jugarla. Nos reunimos en la clínica de fisioterapia de Gómez y se decidió allí dar el salto entre jugadoras, cuerpo técnico y demás. Fue todo muy rápido.

¿Qué supuso el cambio de categoría?

Pasamos de jugar contra equipos a los que goleábamos a hacerlo contra rivales de mucho nivel, alguno como el Nuestra Señora de Belén de Burgos que había competido en Primera División. Pudimos jugar la Copa de la Reina también. La exigencia aumentó y poco a poco nos fuimos adaptando, nos permitió seguir creciendo hasta conseguir el objetivo de ganar la liga.

Os distéis cuenta que en otras partes de España os llevaban años de ventaja...

A nivel de juego no, porque llevábamos muchos años juntas y el entrenador Plácido Cortés tenía al equipo muy trabajado. Cuando íbamos por ahí nos decían que jugábamos muy bien, pero perdíamos. El primer año quedamos séptimas, pero después fuimos mejorando. Había más nivel en aquellos años que ahora en la liga.

Solo una década después de nacer el club, estábais peleando por ascender a Superliga, ¿cómo lo recuerdas?

Los dos años anteriores se nos había escapado en la última jornada, teníamos un pequeño trauma. Llegó Celso Couso para darle continuidad al trabajo de Plácido y al final lo conseguimos con un empate en Burgos. En la fase de ascenso contra el L’Estartit de Girona, que al final subió, nos ganaron con un gol de penalti, no eran superiores. En aquella época ascender hubiera sido más asequible a nivel económico, a día de hoy sería imposible prácticamente.

Eráis un grupo de jugadoras con calidad, algunas como Mari Paz, Míriam, Sara o Raquel dieron el salto a Superliga, el resto estuvisteis juntas durante muchos años, ¿qué se te pasó por la cabeza cuando tus compañeras lo fueron dejando?

Con quien pasé más años fue con ese grupo que ganamos la liga en Nacional, una vez que lo dejan lo pasé mal, me costó porque echaba de menos a la gente, después me adapté y fue viniendo otra gente, no es lo mismo pero te adaptas. Ahora es diferente porque mis compañeras tienen otras edades, pero estoy bien, al final se reduce a jugar al fútbol.

¿Cuál es tu secreto para seguir alargando tu carrera deportiva?

No parar y ser cabezona. A mí me encanta el fútbol, hay temas que no me gustan tanto, pero jugar me encanta. Los años pasan pero mientras pueda seguir entrenando y disfrutando voy a seguir. Lo que tengo claro es que el deporte nunca lo voy a dejar.

¿Qué cosas te molestan?

A nivel de dinero se están copiando actitudes del masculino que no van conmigo. No me refiero a las jugadoras que pueden ser profesionales y vivir del fútbol, sino a las que se mueven en nuestra liga de un club a otro por 100 o 200 euros. Nosotras fuimos semiprofesionales sin cobrar un duro, y teníamos un sentimiento de identidad con nuestro club.

¿Cuando cuelgues las botas seguirás ligada al club?

Pues no lo sé, no pienso aún en colgar las botas. El equipo lo siento como parte de mí, todo lo que sea ayudar y estar ahí...pero no me planteo eso, solo pienso en el presente.

¿Qué significa el Atlético Arousana para tí?

Es mi equipo, estoy muy orgullosa de empezar y acabar mi carrera aquí. Nunca aspiré a otras cosas. Hay gente que se monta castillos en el aire, pero para mí las cosas que conseguimos aquí son más importantes que otros títulos que consiguen más arriba. Hubo momentos buenos y momentos malos, para mí pasaron muy rápido estos 25 años.

¿A qué personas destacarías en estos 25 años?

Importantes para mí fueron todos los entrenadores, entre ellos Plácido, porque fue el que más nos enseñó porque nos cogió en edades de formación y estuvo muchos años. Celso también, es uno de los entrenadores que más nos marcó como equipo. En cuanto a jugadoras destacaría a todas las que estuvimos en Nacional, éramos una piña. Amigas y un equipo. Como nos costó tanto llegar a donde llegamos, se valora más que las niñas que vienen ahora, no a nuestro equipo, hablo en general. Ahora piensan que todo es así de fácil, pero costó mucho conseguir lo que se consiguió.

“Este equipo lo siento como parte de mí, los 25 años pasaron rápido”

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