Un gol de Romay y un penalti detenido por Pato Guillén dan la victoria al Boiro

Un gol de Romay mediada la segunda parte, unido a un penalti detenido por Pato Guillén a falta de apenas cinco minutos para el final, dieron la victoria al Boiro ayer en tierras navarras ante el Multivera. Sufrida, como no podía ser de otra forma, y con polémica al final con dos expulsados. Pero aparcada la obsesión arbitral y centrados en el juego, donde el Boiro tiene argumentos para no meterse en líos esta temporada, el equipo volvió a sumar en una semana que se salda con 5 puntos en tres partidos para seguir la escalada en la tabla. Lo hizo en un campo difícil, ante un rival muy físico, con mucho empuje.
Empezaron fuerte los locales, exhibiendo músculo. Su buen arranque local se tradujo en tres córners en los nueve primeros minutos. Eder tuvo la primera ocasión, bastante clara.  Disparó solo ante Pato tras un gran control. La primera aproximación con cierto peligro del Boiro llegó hacia la media hora con un pase de Rubén Rivera a Manu Rodríguez, que remató demasiado suave. 
En los minutos que precedieron al descanso, el Boiro empezó a soltarse y a sentirse cómodo sobre el campo de hierba sintética. Fue más incisivo, controló mejor el empuje local, y llevó peligro a la portería defendida por De Prados. En el descanso, Fredi Álvarez movió el banquillo en el descanso y apostó por Pablo Pillado en detrimento de Gonzalo para dar frescura a la medular. El Boiro tomó la iniciativa en el juego, si bien el primero aviso lo dio Ibero para el Multivera. El balón se fue de nuevo a córner. El Boiro logró el gol en una falta lateral. Romay, otra vez de cabeza, acertó. 
Por delante en el marcador, como sucediera en Estella, Mieres y el martes en Barraña ante el Guijuelo, al Boiro se le presentaba  de nuevo el examen de su asignatura pendiente, cerrar el partido. Hacerlo en un campo y ante un rival como el Multivera exigía sufrir. Y sufrieron los visitantes. El Mutilvera pidió penalti de Pato sobre Cisneros en el minuto 73 entre quejas continuas por la actuación del colegiado, y los nervios afloraron también en la grada. Los pupilos de Jáuregui se lanzaron a buscar el gol de todas las formas posibles, mientras el equipo boirense defendía su renta bien compacto atrás sin mostrar ninguna fisura ni pasar demasiados apuros.
El guion del enfrentamiento pudo cambiar en el minuto 84, cuando García Verdura señaló penalti y expulsó a Jimmy con tarjeta roja directa. Pato blocó el lanzamiento de Eztieder, con la consiguiente desesperación local. Ya en el tiempo añadido, el árbitro expulsó a Albisu, también con roja directa, tras un altercado con un futbolista del Boiro que generó protestas airadas y desembocó en una falta favorable al conjunto de Fredi. 
El final volvió a ser bronco, pero esta vez el Boiro se llevó la victoria. Escala en la tabla, serena los ánimos en el club y demuestra que el equipo debe centrarse únicamente en el juego, porque no tiene nada que envidiar a bastantes equipos de la categoría, como viene demostrando.