Javi Fernández, con la bici a hombros 13 kilómetros antes que abandonar

Javi Fernández, con la bici a hombros 13 kilómetros antes que abandonar
Javier Fernández cargó con su MTB durante 13 kilómetros antes de correr 10 y acabar el Nacional XTerra |

Javier Fernández protagonizó este fin de semana una de esas historias que dan la vuelta a mundo por la capacidad de superación y la fuerza mental que demuestran algunos deportistas ante la adversidad en competición. El representante  del Club Triatlón Vilagarcía participó en el Campeonato de España XTERRA en la localidad malagueña de Rincón de La Victoria. Una prueba de 1.500 metros de natación, 28 kilómetros de BTT y 10 kilómetros de carrera a pie por la montaña. 
Fernández, natural de Ortigueira pero afincado en Vilagacía desde hace 14 años, superó el primer segmento sin dificultades y en el de ciclismo de montaña, su especialidad, estaba peleando con los mejores, en la decimoquinta plaza, cuando en el kilómetro 16 de este sector de BTT sufrió un accidente sin consencuencias físicas pero que destrozó por completo la rueda delantera de la bicicleta al embestir contra un árbol.  “Era imposible repararla”, explica el triatleta, acostumbrado a exigentes retos como los Ironman.

En vez de retirarse, cargó la bicicleta a hombros y continuó caminando los 13 kilómetros que restaban, con pronunciadas pendientes y por caminos estrechos y sinousos, dejando pasar a los demás participantes. Durante más de una hora de caminata vio como le iban superando. “Algunos me decían que estaba loco, que abandonase porque me quedaba mucho, otros en cambio me animaban”. Fernández estaba decidido a acabar. “Yo había ido a disfrutar y a vivir la experiencia, no me iba a retirar”, explica.

Lo cierto es que fue tan solo unos días antes cuando optó por inscribirse en este Nacional. Junto a su compañero del  club, Carlos Blanco, hizo la Volta a Portgal BTT por parejas durante seis días. “Me ví muy bien, con buenas sensaciones, y aprovechando las vacaciones me fui con mi pareja a Málaga”. Allí se convirtió en el héroe inesperado por su determinación y sacrificio. Y es que cuando llegó al  al punto de transición, dejó la bici y se puso a correr. Para entonces ya no tenía opciones de hacer un buen puesto, pero se ganó el respeto de todos los rivales y la admiración del público, que no cesó de ovacionarlo. “Fue agradable, aunque estoy un poco sorprendido por la repercusión”. Las publicaciones de carácter nacional de triatlón lo ensalzaron. Aunque él se resta importancia y pone el foco en otros. “Me llamó la atención que participaron un invidente y otro deportista al que le faltaba un brazo, esa gente sí tienen mérito y mi admiración”.

Con 38 años, de lo que más se enorgullece es de tratar de ayudar a los demás a través de su actividad deportiva (colaboró con la Asociación BATA), en la que el ciclismo, que comenzó a practicar con solo 12, es su gran debilidad.

Javi Fernández, con la bici a hombros 13 kilómetros antes que abandonar

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