La ilusión arosista está que desborda. Tanto el entrenador como el presidente son cautos y creen que tampoco hay que desmelenarse porque aún no se ha logrado más que recuperar esa ilusión, pero lo cierto es que Manuel Abalo tampoco quiere ir contra corriente y pondrá todo de su mano para que el domingo se viva un ambiente muy especial en el partido contra el Choco (que comenzará a las 17.30 horas) para que el equipo se sienta arropado.
La directiva quiere involucrar al arosismo en general, pero de forma especial a niños y jóvenes. Lo primero es que la cantera esté con el primer equipo, por ello habrá pasillo de honor a los prebenjamines y alevines por sus recientes éxitos. Pero pretenden ir más allá y llevar la ilusión arosista a los colegios del municipio, a donde tienen previsto llevar invitaciones para que los pequeños y los jóvenes se animen a ir al campo el domingo.
Todo esfuerzo es poco porque en juego está tener la posibilidad de aspirar a un ascenso que el club precisa pero que sobre todo desea la afición, harta de sufrir y con ganas de regresar a un lugar acorde con su historia del club.