La directiva se decantó por él “porque vimos o traballo que estaba facendo”

La directiva se decantó por él “porque vimos o traballo que estaba facendo”

La junta directiva del Villalonga es probablemente a la que más le está tocando trabajar esta temporada. A lo mucho que tenían ya por delante para solventar el boquete económico que se encontraron cuando asumieron las riendas del club, se van uniendo contratiempos inesperados que van solucionando a la carrera. Primero fue la marcha de Nando y todo lo que ello supuso y ahora la de Guillermo Fernández Romo, un asunto con menos aristas pero de mucha mayor relevancia para la directiva y para el club, pues todos estaban muy contentos con el trabajo del entrenador. Pero los dirigentes entienden al técnico madrileño y le desean lo mejor. “Ten 34 anos e resulta normal que queira avanzar como adestrador”, dicen.

Se generaba entonces el problema de elegir al sucesor, y lo solucionaron enseguida. OPtaron por la continuidad dando el equipo al segundo entrenador, Jacobo Molina, fundamentalmente porque “aínda que o traballo dun segundo sempre pasa máis desapercibido, nós vimos o traballo que Jacobo estaba facendo e a relación que ten cos futbolistas e cos directivos”, dice José Fernández, máximo responsable del área deportiva. “ademais confiamos que a plantilla lle bote unha man”.

La directiva se decantó por él “porque vimos o traballo que estaba facendo”

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