Miguel Fernández, el ayudante más impetuoso de los banquillos de Tercera

Miguel Fernández, el ayudante más impetuoso de los banquillos de Tercera
Miguel Fernández de pie detrás de Edu Charlín en el último partido m. f.


En el parón invernal el preparador físico Santi Serantes dejó el Céltiga por motivos personales. Fue entonces cuando Edu Charlín llamó a Miguel Ángel Fernández para trabajar juntos en el cuerpo técnico isleño. El ex entrenador de Atios, Gondormar o Pontellas, entre otros, no lo dudó, sumándose a Beni Otero como ayudante del cambadés. Impetuoso y efusivo, el vigués natural de Pontecaldelas no pasa desapercibido durante los partidos. Es incapaz de vivirlos sentado en el banquillo y sin dirigirse continuamente a los jugadores. “Antes que eso prefiero ir a entrenar a niños, si hay que estar sentado y callado lo veo desde la grada”, dice. “Solo concibo el fútbol con pasión e intensidad”.
A sus 47 años no le importó asumir un rol secundario en un equipo tras muchas temporadas como primer entrenador en Preferente. “Vine al Céltiga encantado, todo surgió a raíz de la buena relación con Edu del año pasado, cuando yo entrené al Atios, intercambiamos informes e hicimos buena amistad”. Miguel tenía ganas de trabajar en Tercera. “Es una buena oportunidad de estar vinculado al fútbol y me atrae la idea de aprender de esta categoría”.
Dutante los partidos es habitual que los jugadores reciban indicaciones de Edu y de Miguel, algo que no ven como una contradicción. Es una especie de tándem. “Él lleva la voz cantante”, explica el vigués, “cada uno tiene marcado lo que tiene que corregir, hay aspectos donde más incide uno y otros donde más incide el otro”. Si bien Miguel Fernández reconoce que su pasión y su trabajo se ciñe “a lo táctico”. Lleva tres décadas entrenando porque empezó siendo juvenil cuando dejó de jugar por una grave lesión. “Disfruto más por la semana que el domingo”, dice. “En los partidos estoy más nervioso, aunque la experiencia hace que cada vez lo lleve uno mejor”.

el contrapunto
“El carácter del entrenador se transmite a los jugadores, Edu es más pausado y yo soy más apasionado, es bueno este contrapunto”. Miguel contagia seguridad. “La permanencia va a estar cara, pero el Cétiga se va a salvar, nos queda mucho trabajo por delante”. Miguel Fernández cree que el equipo isleño “es muy competitivo, sabemos que no tenemos grandes jugadores, pero se suple con ganas, con trabajo diario y sacrificio”. El ayudante considera que el equipo está jugando mejor de lo que indican los resultados, por lo que considera que manteniendo la misma línea de trabajo la suerte cambiará, como se demostró el domingo ante el Barco.

tres bajas para el derbi
El Céltiga se presenta el domingo en A Lomba (17 horas) con las bajas Pablo Berros por sanción y de Nelo y Diego por lesión.

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