Un partido para olvidar en el peor momento posible

Un partido para olvidar en el peor momento posible

El Arosa escogió un pésimo momento para firmar su peor partido de la temporada. Cayó goleado en Cangas ante un Alondras resolutivo que a los 18 minutos ya mandaba 2-0 y que udo jugar muy cómodo el resto del duelo. Se escapa la gran oportunidad, pero aún queda un posibilidad en la última jornada que pasa exclusivamente por ganar al Noia y que el Bergantiños, ya sin nada en juego, doblegue al Alondras.
La de ayer era una final. La afición arosista así lo entendió y se desplazó en masa a Cangas. Media hora antes los más de trescientos seguidores visitantes ya se hacían notar en la grada. La primera sorpresa fue la alineación. Jorge Otero quiso mantener el 4-4-2, pero sin Sylla el elegido para acompañar a Javi Pazos en punta fue Vseva. El letón, muy perdido, no se adaptó a las circunstancias. El Arosa salió a jugar en largo, sin control del juego y bastantes problemas en los balones que le llegaban de vuelta con el equipo saliendo. A los treinta segundos ya avisó el Alondras. Pardavila en la izquierda centró y Rivas cortó en el primer palo a córner. La tarde, calurosa, iba a ser complicada.

A los siete minutos el 1-0. El Arosa no ganó una disputa área en mediocampo. El balón volvió al borde de su área, tocó Álex Rey de cabeza y le cayó a Jonás, que lo hizo de cine para batir de volea a Lloves. Tras el gol el Arosa intentó dar respuesta, pero salvo un disparo con la derecha de Marcos tras un saque de esquina, no inquietó al meta Martín.
El Alondras, por delante y ante la propuesta de su rival, estaba cómodo y el partido se le puso completamente de cara en otro balón a Pardavila entre Vitra y Fran, que acabó cediendo un córner. Remató Álex Rey en el punto de penalti solo. El balón entró pegado al palo, despacio, con Lloves inmóvil, al igual que la defensa.

Con 2-0 Otero movió ficha. Puso a Manu Justo por dentro y echó a Vseva a banda derecha, donde siguió perdido. El Arosa pasó a dominar, pero sin profundidad. Salvo un remate de falta de Manu Táboas desviado y otro de cabeza de Yerai en posición inmejorable a centro de Sidibé, el bagaje ofensivo fue escaso. El Alondras se mantuvo ya más en su campo, esperando su ocasión para sentenciar a la contra, pero no tuvo ninguna antes del descanso.
En la segunda parte el Alondras cambió su plan, optó por presionar sobre el inicio del juego del Arosa, y lo hizo muy bien y con gran desgaste físico, además Antonio Fernández fue refrescando a su equipo con los cambios.

Tras diez minutos sin que el guión cambiase, Otero dio entrada a Julio Rey, aclamado por la grada visitante. El canterano salió con muchas ganas, pero muchos de sus compañeros para entonces ya estaban o fundidos o sin convicción para poder cambiar el rumbo del partido. Además a los tres minutos del cambio, Pardavila cortó un pase de Sergio a Fran en campo contrario, condujo por el carril del diez y se sacó un disparo cruzado con Lloves haciendo de nuevo la estatua. Un buen gol. El 3-0 fue la sentencia. A partir de ahí el Arosa tuvo veinte minutos que fueron un quiero y no puedo, hasta que en el 77 en una acción de izquierda a derecha, Manu Justo enganchó una volea desde la frontal que supuso el 3-1. El golazo hizo creer en la remontada a los visitantes. Un par de acciones a balón parado mal finalizadas fueron los únicos sustos que lograron meter los arlequinados a su rival, que en el 85 logró el 4-1. En otro córner y ante la pasividad de un Arosa que encaja a balón parado por tercer partido seguido. Lo marcó Aitor Díaz, que se cobró su dulce venganza después de que el Arosa lo descartase este verano. Fue la puntilla al peor Arosa de la temporada. Su afición se marchó de Cangas desilusionada. Toca ganar y rezar la última jornada. Mientras hay vida hay esperanza.

Un partido para olvidar en el peor momento posible

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