Puntazo sufrido en Carballo

Puntazo sufrido en Carballo
Julio Rey es agarrado por Borja Facal en una acción del partido ayer en el campo de As Eiroas | db

Un puntazo. Amargo por la lesión de Manu Justo, que sufre una luxación de clavícula, y muy sufrido porque el Bergantiños se maneja como pez en el agua en su particular terreno de juego de As Eiroas. El Arosa, aún décimo en la clasificación, sigue ofreciendo sensaciones muy buenas esta temporada. Acabó con la racha del hasta ayer líder en un partido en el que le tocó jugar al otro fútbol, ser solidario sin balón, trabajar mucho en defensa y mantener la concentración para no caer en la tentación de querer combinar en espacios reducidos.
Tuvo mucho acierto, porque marcó en su única llegada en el primer tiempo. Marcos hizo el 0-1 con un gran remate de cabeza en una falta lateral. Luego, en el segundo, le tocó achicar bastante y vio muy cerca la victoria, pero se escapó en una penalti absurdo. Lo cometió Suso Martínez, que hizo un gran partido, sobre Rodri Alonso, una auténtica pesadilla por su movilidad para la zaga vilagarciana. Y lo transformó Iago López.
Ya desde el principio quedó claro el partido que se iba a ver. Ambos equipos minimizaron riesgos en la salida de balón en un campo de reducidas dimensiones que penaliza cualquier concesión. El Bergantiños demostró estar muy adaptado a As Eiroas, buscando balones largos sobre sus atacantes Rubén Rivera, Rodri Alonso y Iago Blanco, que tienen mucha movilidad, atacan bien los espacios y ganan balones divididos.
El Arosa cambió la alineación para adaptarse al escenario y a las armas del líder. El central Vitra ocupó el lateral derecho, Óscar acompañó en la medular a Sidibé y Sergio, y Julio Rey (muy en forma) se echó a la banda izquierda, por lo que Iago Beceiro y Fran Matos fueron los “sacrificados” en el once.
Durante la primera media hora el Arosa nunca estuvo cómodo, mentalizado en no perder balones en zonas comprometidas, peleó por no dejarse llevar por su estilo y mostrar su cara pragmática. El Bergan tuvo la mejor ocasión, a los 17 minutos en un balón frontal que ganó Rodri Alonso y que él mismo acabó rematando en posición inmejorable, pero le salió centrado y despejó Roberto Pazos.

Las lágrimas de Manu
El Arosa perdió a Manu Justo a los 20 minutos, el vigués cayó sobre su hombro izquierdo y tuvo que dejar el campo. Sus lágrimas en el banquillo hacían temer lo peor a la expedición vilagarciana. En el primer partido de la pasada temporada, se rompió la misma clavícula izquierda en Redondela y se pasó medio año en blanco. Las pruebas médicas realizadas tras el duelo de ayer descartaron otra lesión grave, le diagnostican una luxación acrómio-clavícular, el martes lo verá un traumatólogo y estará quince días con el brazo en cabestrillo.
En el sitio de Justo entró el letón Vseva para jugar a pierna cambiada. El Bergan tuvo otra llegada en un buen movimiento del pichichi Rivera, pero despejó la zaga arlequinada. A partir de la media hora de juego, el Arosa empezó a soltarse y a jugar más en campo contrario. Y en su primera ocasión hizo gol. Una falta lateral que lanzó Sergio Santos y cabeceó cambiando la trayectoria del balón el central Marcos. Hasta el descanso apretó el Bergan y se defendió como pudo el equipo de Jorge Otero.
En la segunda parte el Bergantiños empujó de principio a fin. El Arosa, al no manejar balón en un campo que no lo permite, centró sus esfuerzos en el apartado defensivo. Muy poco necesita el Bergantiños para generar peligro. Tan solo con meter un balón bombeado sobre sus puntas saca petróleo.

Acoso y derribo
El equipo de Miguel Figueira mereció el empate porque tuvo ocasiones claras en un disparo de Rodri que atrapó Roberto Pazos en una intervención de muchísimo nivel, y sobre todo en un remate de cabeza de Rivera en área pequeña que lo echó fuera cuando en la grada se cantaba el gol.
El Arosa, en su mejor contra, tuvo la suya. Julio habilitó a Javi Pazos y el asistente levantó la bandera, la acción anulada, bastante dudosa, acabó en gol. El Bergantiños se volcó con la entrada de Nacho, pero curiosamente encontró el gol en una acción que no revertía peligro. Un balón largo, como no, al que llegó con ventaja Suso en el zona izquierda del área visitante, Rodri le encimó por detrás y metió la cabeza justo cuando el lateral iba a despejar, impacto con balón y jugador y caída del delantero. El árbitro dudó unos segundos y señaló el punto de penalti. Iago López hizo el 1-1 con un fuerte disparo desde los once metros. La insistencia del Bergan disminuyó tras el gol. El Arosa sale reforzado de Carballo, pero paga un alto precio. Sigue la plaga de lesiones.

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