El Ribadumia elude el victimismo antes de iniciar el “Tourmalet”

El Ribadumia comienza mañana el Tourmalet. La parte más exigente del calendario en la que se medirá de forma consecutiva a cinco de los seis primeros clasificados. El primer escollo es nada menos que el vigente campeón, el Compostela, y en su casa, el Estadio Verónica Boquete con la propia futbolista internacional presente realizando el saque de honor. Pese a ganar solo un partido de los últimos nueve, el entrenador de los aurinegros Luis Carro trasmite confianza sobre las opciones de los su equipo ante un rival que no ha perdido en esas últimas nueve semanas. “Estamos preparados, conscientes de que va a ser difícil pero sabiendo que es un campo en el que podemos hacer muchas cosas bien”, dice el vilanovés.
El Ribadumia regresa al estadio donde perdió hace dos meses el título autonómico de la Copa RFEF en la tanda de penaltis ante el Bergantiños. Lo hizo siendo superior al líder de la categoría durante varias fases del juego. Fue a partir de entonces cuando cambió por completo la dinámica de resultados del equipo que había ganado cuatro de sus últimos cinco partidos de liga antes de esa final. Carro, sin embargo, siempre ha realizado sus análisis en función del juego, sabedor de que es el mejor termómetro para conocer el momento de forma de los suyos. Por eso ahora, en época de escasez de victorias y ante un calendario descomunal su mensaje no es pesimista. “Estamos en un buen momento de juego, interpretando muy bien los partidos, esperemos tener esa pizca de suerte que hay que tener siempre para ganar, y nosotros ahora mismo más. Creo que podemos hacerles daño”.
Sin Matos ni Santi tendrá que reiventarse un lateral derecho. Tampoco estará Teti, mientras que Cerqueiras tiene muchas papeletas para unirse a la lista de bajas. Por trayectoria, puntuación, presupuesto e historia el partido tiene un favorito indiscutible. Pero Luis Carro muestra una confianza que hace dudar a cualquiera.