El Ribadumia es líder gracias a su victoria ante el Portonovo

El fútbol sonrió ayer al Ribadumia, que sin hacer un brillante encuentro no sólo se hizo con los tres puntos ante el Portonovo, sino que se coloca líder en solitario y alarga a catorce las jornadas consecutivas invicto. Bastó un tanto de Javi Domingo para decantar un derbi en el que el Portonovo plantó cara.

El partido tuvo dos partes claramente diferentes en las que cada equipo dominó una y defendió la otra. Fueron los aurinegros quienes aprovecharon mejor sus 45 minutos, correspondiéndoles el dominio de los primeros. Los de Luis Carro asumieron el control del encuentro, gozando de un importante porcentaje de posesión, bien respondido, no obstante, por la defensa arlequinada, que realizó un excelente trabajo. La calidad de los de Luis Carro hacía realmente complicado lograr tener completamente a raya a los  locales, pero decididamente los de Sergio Martín minimizaron el peligro local. Sin embargo, el buen trabajo de los arlequinados se vio desbaratado cuando, a falta de cinco minutos para la conclusión del primer tiempo, en un saque de esquina rematado por Aitor Díaz y bien despejado por Pablo el balón le llega a Hugo Soto, quien asiste hacia atrás a Javi Domingo, que aprovecha la asistencia para hacer el único gol del partido. El gol cayó como un jarro de agua fría para los arlequinados, que pasaron sus peores monentos.

Tras la reanudación llegó el canto del cisne de los de Luis Carro, quienes estrellaron un balón en el larguero que estuvo a punto de  cerrar el encuentro. No fue  así, y paulatinamente los de Sergio Martín fueron haciéndose con el dominio del encuentro. Es cierto que recibieron ocasiones, pues adelantaron líneas y el ataque local era rápido y técnico, pero  cada vez se situaban más cerca del área local, poniendo a prueba a un Roberto Pazos que respondió perfecta y decisivamente a los diferentes embates arlequinados y, cuando no las tuvo todas consigo y fue superado la suerte se puso de su lado, estrellándose el balón en el poste en la ocasión más clara de los visitantes.