El Ribadumia hace historia

De Cantabria al cielo. El Ribadumia escribió ayer la penúltima página más bonita de su 61 años de historia al clasificarse para la Copa del Rey tras derrotar al Miengo por 0-1. Un resultado corto en un partido completamente dominado y controlado por el equipo arousano, que tuvo que esperar a la segunda parte para marcar por mediación de Diego Abal en una falta lateral. La victoria, celebrada con entusiasmo por jugadores y técnicos, permitirá al Ribadumia jugar contra un equipo de Primera División en A Senra en el mes de diciembre en la primera eliminatoria copera. Además garantiza a la entidad una inyección económica importante, al asegurarse más de veinte mil euros según estipula las bases de competición.

El partido de ayer en Miengo fue un monólogo visitante. Desde el primer minuto el Ribadumia tomó el control del balón ante un rival replegado en su campo y que centró todos sus esfuerzos en tareas de contención. La superioridad en el juego fue total del equipo de Luis Carro, que sancionado vio el partido desde la grada donde también estaban el presidente del club, Antonio Serantes, el alcalde David Castro, y el máximo mandatario del fútbol gallego, Rafael Louzán.

Pero a los ayer blanquinegros les faltó plasmar su dominio con goles. Ocasiones, llegadas y sobre todos saques de esquina generaron sin cesar en el primer tiempo. Ya a los cinco minutos Cheri, uno de los destacados, apareció en el área llegando por sorpresa pero no pudo finalizar. Hugo ejecutó la primera a balón parado de los arousanos, en una falta lateral sin consecuencias. En el minuto 9 transicionó bien el Ribadumia, con Fandiño y Hugo conectando por dentro y Dieguito afilando el cuchillo por la izquierda. El vilaxoanés acabó su diagonal en el suelo del área tras la entrada de un rival, pero el colegiado vasco dejó seguir. No vio punible ninguna de los tres posibles penaltis en el partido de los visitantes.

La mejor del Ribadumia en la primera parte la tuvo Cheri, que tras una triangulación en la derecha de sus compañeros, llegó de nuevo de segunda línea y se quedó en el mano a mano ante el meta local Bilo, que rechazó su remate centrado. La faceta ofensiva local se limitó a lo que el veterano y ex del Pontevedra Manu Busto pudiese generar en alguno de los pocos balones que le llegaron. Una falta lanzada por el jugador cántabro de 40 años, que no cogió puerta, fue prácticamente la única aproximación del Miengo en la primera parte al área de Roberto Pazos, prácticamente inadvertido.

En el último cuarto de hora el Ribadumia intensificó su dominio en busca del gol que no llegó. Un remate que no fue hacia portería de Fran Fandiño a centro de Diego Abal, un centro de Charles dentro del área que acabó en el enésimo córner, una volea de Monchito que desvió un defensa también a saque de esquina y sobre todo un remate de Hugo que salvó un defensa bajo palos fueron las ocasiones que encadenó un Ribadumia superior en todo, menos en el marcador.

Segunda parte

Tras el descanso nada cambió. El Ribadumia perdonó de nuevo en una falta ensayada en la que Diego Abal definió al lateral de la red dentro del área. Los locales se quedaron con diez tras una falta muy dura de Muni sobre Dieguito en el minuto 50. El Miengo se esforzó al máximo, pero en alguna acción sus jugadores se pasaron de revoluciones.

En el 57 se produjo otra acción polémica. En un penalti del portero local sobre Fandiño bastante claro que el árbitro no decretó. En el 62 la tuvo clara Eloy de cabeza a centro de Diego Abal, pero remató alto. Y al fin en el minuto 73 y a balón parado  llegó el premio para el equipo de Luis Carro. Una falta lateral lanzada desde la derecha muy cerrada por Diego Abal botó en área pequeña y se coló pegada al segundo palo sin que nadie la tocase.

Tras el gol el Ribadumia controló el partido a través de la posesión del balón, mostrándose como un equipo con más prestaciones que un rival más a merced su cabe en inferiridad numérica.

En el 78 más polémica. En otra caída de un jugador visitante en el área del Miengo. Uno de los asistentes, que estaba al lado, levantó la bandera señalando penalti, pero el colegiado lo desautoriza pese a las protestas de los visitantes.

El partido se fue consumiendo sin más, pero el Ribadumia se llevó un susto al final, ya en el 93. Fue entonces cuando el Miengo tuvo su gran oportunidad en el partido, en una falta lateral que tras botar en el área se estrelló en el larguero. Fue el único percance para los arousanos ante un rival que acabó con 9 tras la expulsión con roja directa de Diego por zancadillear por detrás a Charles cuando ya encaraba al meta Bilo. Así se acabó una noche para la historia del CD Ribadumia, que tan solo es el preludio de lo que sucederá en diciembre en A Senra.