Sidibé: Fuerza, equilibrio y... goles

Sidibé: Fuerza, equilibrio y... goles
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Oumar Sidibé marcó el sábado en Barbadás otro gol a última hora que se tradujo en un valioso y anímico punto para el Arosa. Al igual que sucediera en Redondela. El centrocampisra africano lleva ya cuatro goles esta temporada, su novena en España, y está convencido de que su equipo pese al exigente calendario que le espera puede acabar la liga entre los cuatro primeros clasificados.
Se cumplen diez años de su internacionalidad con Burkina Faso en la Copa de África Sub 17, en Togo. Sidibé firmó entonces un contrato con una agencia de representantes de España. Jugó tres años en Primera División en su país y luego fichó en el Badalona en Segunda B. Estuvo dos temporadas, volvió a ser internacional Sub 20 y jugó el play-off de ascenso a Segunda A. 
Un paso en falso de su representante al querer cambiar Badalona por una suculenta oferta del Ceuta frenó su progresión y cambió su destino. “Me quedé sin nada, sin equipo y al final surgió la opción del Pontevedra”, en Tercera, donde continúa. “Me queda esa espina clavada, porque también pude haberme ido a Francia”. Pasó por el Deportivo B y cuando ya tenía decidido marcharse al país galo, recaló en Arousa, para quedarse. “Llegué a un acuerdo para estar seis meses en el Ribadumia, estaba renovando mi tarjeta de residencia, pero al final me quedé todo el año”. 
En el equipo aurinegro su rendimiento fue excelso. Lo fichó el Boiro, con el que ganó la liga y ascendió. Renovado, le abrieron la puerta de salida iniciada la pretemporada por criterios deportivos del nuevo entrenador, Fredi Álvarez. “Prefiero no hablar de eso, lo pasé mal”. 
Sidibé volvió a cruzar la Ría, esta vez para residir en Vilagarcía. En el Arosa se reencontró con Diego Sylla, “es como mi hermano”, dice. Ambos se conocieron en el Pontevedra, luego compartieron vestuario en A Senra y ahora repiten en el Arosa, donde forman tándem como entrenadores de un equipo benjamín. Los niños están encantados y sus padres destacan el excelente y cariñoso trato de los entrenadores. Sylla lleva la voz cantante, “él es más hablador que yo”, y Sidibé es más analítico, la cabeza pensante del tándem. “Siempre fui muy callado en los vestuarios de los que equipos en los que estuve, pero en el Arosa estoy muy a gusto”.
Reconoce que físicamente está mejor que la temporada anterior, “estaba más pesado, lo del Boiro me afectó mucho, pero este año me siento mejor y hago trabajo aparte en un gimnasio”. En pretemporada y en el mercado invernal, la Arandina lo tentó con ofertas muy superiores a la del Arosa. Rechazó ambas. “No me podía ir, por los compañeros, el entrenador y el club, el presidente siempre se portó muy bien conmigo. No podía dejar al equipo colgado”.
Sidibé es clave en el centro del campo del Arosa. Aunque le cuesta mantener el ritmo en la circulación de balón de sus habilidosos compañeros en la medular, abarca mucho campo, tácticamente es disciplinado y físicamente no hay un mediocentro más poderoso en la categoría. “Yo tengo que hacer lo que me pide mi entrenador, intento dar equilibrio al equipo”. Cada vez que aparece por el área, tanto a balón parado o descolgado a última hora en los partidos, genera peligro. “No creo que tenga facilidad para el gol, simplemente suerte, los goles son para los delanteros”.
Sidibé tiene experiencia en play-offs de ascenso con el Badalona (a Segunda A), Pontevedra, Deportivo y Boiro. “Yo creo que por trabajo, este equipo puede acabar entre los cuatro primeros y jugarlo”, dice el burkinés, que tiene claro que cuando cuelgue las botas se alejará por completo del mundo del fútbol. “El equipo está bien, somos una plantilla corta  pero solo quedan 8 partidos, el calendario es difícil pero confío en el equipo. Ahora viene el líder Compostela, pero jugamos en casa, ante nuestra gente que nos apoya mucho”.

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