Un triunfo que permite soñar

Un triunfo que permite soñar
Los jugadores del Arosa celebran el segundo gol ayer en el campo de Calabagueiros, obra del delantero senegalés Diego Sylla | juan acha

El Arosa sigue metido de lleno en la pelea por el play-off de ascenso a falta de solo cuatro jornadas para el final de liga gracias a su triunfo 1-3 ayer en el campo del Barco. Un resultado que le mantiene empatado a puntos con el cuarto, un Somozas que ganó al Alondras, y le sitúa solo un punto por detrás de un Vilalbés que tropezó en casa. Además aleja a su rival de ayer a 3 puntos y golaverage, dejándolo con menos opciones en este emocionante sprint final hacia la fase de ascenso.

El Arosa fue mejor, aprovechó su momento en la segunda parte cuando los ourensanos, muy mermados por las bajas, bajaron enteros en el aspecto físico. Y en el tramo final, primero Sylla con un gran remate de cabeza y luego ya bien entrado el tiempo de aumento Julio Rey con calidad, lograron los tantos de esta vital victoria para prorrogar la remontada arlequinada.

Jorge Otero fue fiel al 4-4-2 que viene empleando en los últimos partidos. El Arosa juntó líneas en la primera parte y trató de frenar el arreón inicial de los locales, empujados por sus numerosos aficionados en una tarde que empezó festiva con concurso de tortillas incluido y acabó en decepción ante la cuarta derrota seguida de los de Javi Rey.


La primera opción clara de gol fue del Arosa. A los nueve minutos Manu Justo ejecutó una falta directa y el balón se estrelló en el larguero a la altura justo de la escuadra. El Arosa trató de atacar los espacios con velocidad en las bandas y de su pareja de atacantes. Sylla tuvo otra ocasión de cabeza a centro de Fran Matos, el balón se perdió por encima del larguero. La mejor opción de los locales fue a balón parado, en una falta que lanzó el mediapunta David Álvarez rozando el palo.

El Arosa tuvo controlado el partido en la primera parte y superada la media hora Fran Matos vio una amarilla que acarrea sanción, por lo que no podrá jugar el derbi ante el Céltiga. En el 39 llegó el 0-1. En un cambio de orientación de izquierda a derecha de Marcos, Manu Justo se fue en velocidad con su cambio de ritmo descomunal y puso un pase atrás que remató Sylla con la izquierda algo mordido, el balón lo tocó el central Cristóbal Juncal y acabó con suspense en el fondo de la red.

Inicio trepidante
La segunda parte empezó con un ritmo endiablado. Apenas al minuto de reanudarse el juego el Barco logró el empate con polémica. Rely Cabral, en posición dudosa, recibió un pase en profundidad y batió por bajo a Lloves en el mano a mano. El 1-1 dejó tocado al Arosa y solo unos instantes después los locales tuvieron una ocasión muy clara para hacer el segundo, en una jugada por la banda derecha que finalizó de tacón Peli y el balón se fue fuera por muy poco.

El Arosa reaccionó de la mejor forma posible a los momentos de mayor ebullición del Barco, lo hizo con una ocasión que hizo contener la respiración a la grada. El pichichi Javi Pazos se quedó en el mano a mano con el meta Pepelu, que sacó una mano salvadora para evitar el 1-2. Con el partido igualado y el paso de los minutos, el Arosa pasó a dominar y a jugar en campo contrario, mientras los locales fiaron sus opciones a las transiciones rápidas sobre Ivi Vales y Rely Cabral. De nuevo Javi Pazos dispuso de otra ocasión muy clara y Otero retiró a Sergio, con molestias en su maltrecho tobillo, para dar entrada a Julio Rey. El Barco perdió por lesión a Rubén García, una más en al plaga que azota a los de Calabagueiros.

El dominio y el control del juego visitante se acentuó. Los locales no podían igualar el ritmo de juego de un Arosa lanzado hacia la victoria. La insistencia visitante encontró premio en el último cuarto de hora. Un gran centro de Marcos fue rematado de cabeza por Sylla para el 1-2. A partir de ahí el Barco, sin fuelle, no tuvo capacidad de reacción. Además sufrió otra desgracia con la lesión del central Javi. En el tiempo de aumento llegó la sentencia. Vseva robó en campo contrario y habilitó a Julio, que definió con calidad y frialdad para el definitivo 1-3.

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