Triunfo de valor incalculable

El Ribadumia derrotó ayer al Arenteiro pese a jugar en inferioridad numérica 75 minutos debido a la expulsión con roja de Iván Parada por toca el balón fuera del área a remate de Álex Bardelás. El orden táctico con diez, la fortuna de marcar cuando peor lo estaban pasando en la segunda parte y la gran actuación del meta Ángel Expósito explican un triunfo que tiene un valor incalculable. Deja a los de Luis Carro con pie y medio en Tercera y refuerza su confianza, tras la capacidad mostrada para hacer frente a las adversidades.

El partido preparado por ambos equipos durante la semana voló por los aires a los quince minutos, con la expulsión. Cheri dejó su sitio a Ángel Expósito, cuya primera intervención nada más salir dejó dudas. Lejos de lo que pasaría después. El Ribadumia jugó bien la primera parte, controló el partido aún en inferioridad y tuvo una gran ocasión por mediación de Gabi.

En la segunda cambió el cuento. El Arenteiro se hizo con la manija y tuvo ocasiones. Vilachá a balón parado y Carlos de Dios e Igor perdonaron. Expósito salvó a los locales, que hicieron el 1-0 cuando peor lo estaban pasando. Un tanto de pillería. Manu Bugallo lanzó una falta rápida sobre la espalda de la zaga visitante, Cerqueiras remató ante la salida de Pachi y fue Portela el que acabó marcando en propia puerta. De ahí al final hubo de todo. El Ribadumia pudo sentenciar en una vaselina de Hugo Soto que se estrelló en el larguero, mientras que los de O Carballiño apretaron mucho al final a un rival, que como es lógico, pagó el desgaste de jugar con diez tanto tiempo. Expósito fue el héroe salvando remates muy claros. De ahí la celebración final de los locales. Es un triunfo que vale un tesoro.