La construcción y la energía son los dos sectores que más acusan el efecto 24-M

La construcción y la energía son los dos sectores que más acusan el efecto 24-M

La construcción y la energía han sido los sectores que más han acusado el efecto de las elecciones que se celebraron el pasado domingo en España, que han dado como resultado el auge de las plataformas ciudadanas, que podrían poner en peligro planes urbanísticos ya proyectados o contratos públicos en vigor.

El nuevo escenario político que se dibuja en España tras los comicios puede dejar en el aire operaciones inmobiliarias que ya habían sido diseñadas en las principales capitales de España.

Un ejemplo de esto es la Operación Chamartín, valorada en 6.000 millones de euros, que lleva más de 20 años esperando y que en esta última legislatura del PP en Madrid se había reactivado. Sin embargo, ahora todo apunta a que esta operación no saldrá adelante, ante una posible coalición entre Ahora Madrid y el PSOE, dos fuerzas políticas que han forjado su programa electoral en torno a medidas de carácter social y no en inversión urbanística.

Empresas

Esto habría propiciado, en parte, el desplome bursátil de las constructoras, muy superior al 2,91% del IBEX en la semana.

OHL ha sido el valor más bajista de toda la Bolsa española en el acumulado del lunes a viernes, al caer el 11,40%, aunque en esta ocasión han influido los escándalos de su filial en México.

No obstante, los valores más bajistas en la semana han sido otras dos constructoras, FCC, que ha caído un 10,86%, y Sacyr, un 6,97%. Pérdidas que, según los expertos, podrían continuar a la espera de que se acaben de formar gobiernos.

Al igual que a las constructoras, a las compañías de energía también les han afectado las dudas sobre el nuevo escenario político y el temor a que nuevos dirigentes supriman contratos o tomen medidas que afecten al sector, como las de la candidatura de Barcelona en Comú, que podría gobernar el consistorio.

La formación plantea auditar las facturas de la luz, agua y gas, lo que supone una mayor vigilancia sobre un sector ya por sí muy regulado.

El analista de Self Bank Felipe López-Gálvez ha explicado que el sector eléctrico es uno de los “más sensibles” a los resultados electorales, ya que sus empresas “tienen una fuerte dependencia del marco regulatorio”.

El mejor ejemplo es Endesa, una compañía energética con buena parte de su negocio en España, y que ha sido una de las más castigadas desde que se conocieron los resultados electorales. El resto de eléctricas han “capeado mejor el temporal”, como consecuencia de un negocio más diversificado.

Aún así han finalizado la semana en números rojos, encabezados por la caída del 4,83% de Endesa y seguidos por el 3,71% de Enagás y en menor medida por Iberdrola y Gas Natural, que han caído el 1,42 y el 1,06%, respectivamente.

En el futuro, a medida que se vayan formando gobiernos, también podría verse afectado el sector financiero, apuntan desde otra casa de análisis.

Y es que, según han indicado, el ascenso al poder de algunos partidos de izquierdas tendría impacto en el negocio de este sector, pues algunas medidas pensadas en proteger a los ciudadanos tendrían un coste para las entidades.

Algunas de estas candidaturas ciudadanas que previsiblemente alcanzarán el poder incluían en sus programas sanciones a los bancos que cuenten con viviendas vacías o la creación de una banca pública, que aglutine a todas las entidades que fueron nacionalizadas. 

La construcción y la energía son los dos sectores que más acusan el efecto 24-M

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