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viernes | 19 abril | 2024
La tarifa eléctrica de último recurso (TUR) subirá alrededor de un 1,2% en julio tras encarecerse el componente energético en la subasta de ayer y siempre que el Gobierno mantenga congelada la parte regulada del recibo, según indicaron fuentes del sector.
La tarifa de último recurso (TUR) –la única tarifa que fija el Gobierno y a la que están acogidos casi 20 millones de consumidores con una potencia contratada de menos de 10 kilovatios (Kw)– retomaría así su tendencia alcista después de haber bajado más de un 6 por ciento en la revisión de abril.
La subasta determina uno de los tres elementos que configuran la tarifa, el energético, al que hay que añadir los “peajes” que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas –transporte, distribución, primas a las renovables, compensación extrapeninsular o ayudas al carbón– y los impuestos.
En la vigésimo tercera subasta Cesur celebrada ayer por la mañana se asignó electricidad para el suministro a tarifa regulada durante el tercer trimestre del año y ha cerrado con un encarecimiento del 3% respecto a la última puja.
El operador del mercado Omel explicó en un comunicado que se han subastado 2.500 megavatios (MW) de producto base –electricidad para cada una de las horas del día comprendidas entre el 1 de julio y el 30 de septiembre–, que cerraron a un precio de 47,95 euros el megavatio hora (MWh), un 5,6% más caro que en la última revisión.
Por lo que respecta al producto “punta” –una especie de suplemento de electricidad para las horas de mayor consumo, entre las 08.00 y las 20.00 horas excepto sábados y domingos–, se adjudicaron 572 MW a 55,21 euros el MWh, un 6,3% por encima de la anterior puja.
A la subasta acudieron 48 vendedores y, como compradores, los cinco comercializadores de último recurso (CUR).
El incremento del coste energético del 3% se obtiene al corregir el encarecimiento del producto punta, que es el que se tiene en cuenta para calcular la TUR, con la evolución a la baja de otros conceptos como los pagos por capacidad, la prima de riesgo, las pérdidas o los mercados de ajuste, según el sector.
El importe del segundo de los elementos de la tarifa, los peajes, es competencia del Gobierno y, en ese sentido, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha mostrado en varias ocasiones su intención de mantenerlos congelados con el objetivo de que la TUR refleje exclusivamente la evolución del mercado.
Los peajes suponen casi la mitad de la tarifa, mientras que el componente energético pesa algo más de un tercio y los impuestos de un 20%.
De esta manera, un incremento del 3% en el componente energético unido a unos peajes e impuestos iguales a los del anterior trimestre implicará una subida de la tarifa del 1,2%. Sin embargo, la pasada semana Soria reconoció que estos peajes podrían modificarse como parte del reparto de cargas que implicará la reforma energética.
