Los líderes empresariales de A Coruña y Lugo plantan a Alvariño en una reunión

Los líderes empresariales de A Coruña y Lugo plantan a Alvariño en una reunión

Los líderes provinciales de los empresarios de A Coruña y Lugo, Antonio Fontenla y Jaime López, no asistieron ayer a la reunión a la que estaban convocados en Santiago por el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Manuel Fernández Alvariño, cuya gestión se encuentra en cuestión.

Aunque el presidente de la Confederación de empresarios de A Coruña (CEC), Antonio Fontenla, y el secretario general de los empresarios de Lugo (CEL), Jaime López, disculparon su ausencia por reuniones con empresarios locales en el marco de la Rede Pexga, el caso es que las ausencias de las provincias del norte, las más críticas con la gestión de Fernández Alvariño, hacen aumentar la tensión en el seno de la entidad.

En contraposición, Fernández Alvariño propuso en esta junta con los vicepresidentes de la CEG –aunque solo acudieron los de Pontevedra y Ourense, Jorge Cebreiros y José Manuel Pérez Canal–, una serie de medidas para “garantizar la viabilidad y el prestigio” de la Confederación.

Alvariño prevé convocar a los órganos de gobiernos en un plazo de una semana o diez días, tras lo que deben pasar unos 15 días para la convocatoria de una asamblea general para la aprobación de las cuentas de 2014, por lo que esta cita se celebrará en un mes como muy tarde.

El pasado mes de junio, las confederaciones de Lugo y A Coruña rechazaron las cuentas de 2014 en asamblea general, en un conflicto interno que sigue enquistado.

La incertidumbre sobre las cuentas de la entidad y su situación económica, unida al malestar por contrataciones vinculadas a empresas de Fernández Alvariño, así como la petición de recortes de gastos y denuncias de sobredimensionamiento de la entidad, centran las críticas a la gestión del presidente de los empresarios gallegos, que también cuenta con el rechazo de varios representantes sectoriales.

Así las cosas, Fernández Alvariño propuso ayer una serie de medidas con el fin de garantizar la “viabilidad” de la institución y aplacar el malestar en la entidad, que pasan por establecer un “gobierno colegiado” en la CEG, en el que junto al presidente de la Confederación, también participen los cuatro vicepresidentes para la toma de decisiones de forma coordinada.

Asimismo, aboga por encargar al secretario general de la CEG un plan de viabilidad de la institución, el cual, “consensuado por todos, defina presupuesto, personas y funciones de la CEG del futuro”.

El miércoles, Fernández Alvariño afirmó que cree que “se solventarán los problemas” en el seno de la CEG, y confía en cumplir su mandato de “cuatro años” –fue elegido en 2013–, aunque dejó claro que no será “ningún obstáculo”. Fernández Alvariño sostuvo que “se solventarán los problemas y punto”. “No voy a darle más importancia, seguimos trabajando, sigo teniendo mis reuniones”, agregó. El presidente de los empresarios aseguró: “Sigo encontrándome con el apoyo provincial”.

“Yo estoy muy fortalecido, y lo que no voy a admitir es una CEG paralizada, por encima de Alvariño está la institución, y eso es lo más importante”, subrayó. Con todo, dejó claro que: “Yo no voy a ser ningún obstáculo, por encima de Alvariño está la CEG”.

“Yo ya fui presidente de la Confederación de Empresarios Pontevedra, presidente del Club Financiero, por lo tanto mi ego está superfortalecido, no necesito estar ahí, y si estoy será bajo una CEG unidad”, sentenció. “¿Que no hay unión?, pues allá cada uno bajo su responsabilidad y con la falta de lealtad institucional”, apostilló.

Preguntado sobre si se plantea dimitir, respondió: “No, no, yo salí elegido para cuatro años, y espero cumplirlo en un principio, no obstante, no voy a ser ningún obstáculo”.

Los líderes empresariales de A Coruña y Lugo plantan a Alvariño en una reunión

Te puede interesar