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sábado | 20 abril | 2024
La constructora gallega Grupo San José perdió 120 millones de euros en 2014, el 22,7% más que un año antes, por las provisiones contables y los saneamientos, así como los menores ingresos debidos, principalmente, a la reducción de la actividad concesional en Chile.
El resultado bruto de explotación (ebitda) ascendió a 33,8 millones, el 2,7% más que un año antes, según las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Pero el importe neto de la cifra de negocios se situó en 465,1 millones, el 11,6% menos que en 2013, debido, principalmente, a la caída de la actividad concesional en Chile.
Pese a esta reducción, la compañía subraya una mejora de la rentabilidad con respecto a 2013 de un 2,7%, que es importante en la actividad de construcción donde el incremento del ebitda fue de un 64,2% gracias a la mejora en los márgenes de la actividad de construcción.
San José registró 16,9 millones en provisiones contables y saneamientos.
La actividad de construcción generó unos ingresos de 381,7 millones durante 2014, lo que representa una reducción del 10,6% con respecto a 2013 debido, en su mayor parte, a la actividad en el mercado nacional.
La facturación internacional del negocio de construcción representó el 59% del total. La cifra de negocios del área inmobiliaria se situó en 32,2 millones, lo que supone un descenso del 27,2% con respecto a 2013.
A cierre de 2014, el valor bruto de los activos ascendió a 251,9 millones de euros.
El importe neto de la cifra de negocios de la división de energía contabilizó 11,3 millones, el 2,3% menos, mientras que la facturación de concesiones se situó en 41,5 millones, lo que supone un descenso del 61,7% respecto al mismo periodo de 2013 por la finalización de varios hospitales.
La deuda financiera neta a cierre del ejercicio de 2014 fue de 297,1 millones de euros frente a 1.626,3 millones de euros del 2013.
A cierre de diciembre, San José y sus filiales formalizaron los acuerdos de reestructuración de su deuda financiera con entidades acreedoras que representaban el 75% del pasivo.
El acuerdo abarca un Tramo A por importe de 250 millones de euros con vencimiento a cinco años y un segundo contrato de financiación sindicada con carácter de prestamo participativo por 100 millones de euros.
