Arrestan en Francia a Mikel Irastorza, cabeza de una ETA derrotada

Arrestan en Francia a Mikel Irastorza, cabeza de una  ETA derrotada
Spain's new Interior Minister Juan Ignacio Zoido Alvarez waves a he arrives to attend his first cabinet meeting at the Moncloa Palace in Madrid, November 4, 2016. REUTERS/Sergio Perez

Agentes de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) francesa, en colaboración con la Guardia Civil, detuvieron ayer por la mañana a Mikel Irastorza, considerado máximo dirigente de una ETA derrotada policialmente pero que se resiste a disolverse. El arresto se ha producido en la frontera franco-navarra, cuando se encontraba en el interior de una vivienda de la localidad de Ascain, en el Departamento de Pirineos Atlánticos.


Irastorza permanecía huido de la Justicia, según informó el Ministerio del Interior que dirige Juan Ignacio Zoido, que este viernes sustituyó al frente de esta cartera a Jorge Fernández Díaz. El considerado jefe de ETA ocuparía las más altas responsabilidades dentro de la organización terrorista que anunció el 20 de octubre de 2011 que cesaba en su actividad armada. La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones.


El detenido se incorporó a la banda terrorista tras las sucesivas operaciones policiales contra la cúpula de ETA. Fuerzas de la lucha antiterroristas explicaron que Irastorza –fue portavoz del Foro de Debate Nacional, una plataforma impulsada por Batasuna y Eusko Alkartasuna (EA)– encabezaba a una docena de miembros activos procedentes de EKIN. 


Al no tener experiencia alguna, se encargaban de gestionar los rescoldos de la banda, con especial atención en los comunicados, ya que estaban empeñados en imponer un relato que negara el discurso de vencedores (el Estado de Derecho y las víctimas) y vencidos (los terroristas). 


Fue lo que hicieron el  28 de octubre en una nota remitida al diario “Gara” en la que, además, trataban de restar importancia al desmantelamiento, el 12 de octubre, de un zulo en Carlepont con un arsenal de armas dentro. También anunciaban “nuevos compromisos”, aunque sin concretar a qué se referían. 


La irrelevancia actual de la banda terrorista se mide atendiendo a los 350 presos que mantienen bajo su disciplina, aunque ignorados por las autoridades y, en parte, también por la izquierda abertzale. A pesar de las continuas apelaciones para abrir un último proceso de negociación, el único gesto que esperan a estas alturas los gobiernos de España y Francia es su disolución, lo que replantearía la política de dispersión de presos. 


Los últimos jefes con galones fueron Iratxe Sorzábal y David Pla. Cel vierneson el 22 de septiembre de 2015 en Francia después de que se descabezaran sucesivas cúpulas. Fueron los autores de los últimos comunicados y de la falsa entrega de armas con los verificadores internacionales, que nunca fueron reconocidos por España y Francia.


ETA seguiría disponiendo, según la información que maneja el Ministerio del Interior, de un arsenal con un centenar de armas.  n

 

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