Covite no asiste al homenaje anual del Congreso a las víctimas del terrorismo

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Covite, no asistió ayer al homenaje anual que el Congreso de los Diputados tributa a los afectados por la violencia terrorista.

Covite se remitió a un comunicado de 2013, cuando suscribió que no se daban “las condiciones éticas y morales” para acudir a un acto que pretendía “evidenciar una sintonía entre poder político y damnificados por ETA que no existe”. En su escrito, la asociación vasca señalaba que “en España sigue sin aplicarse la Ley de Partidos”, con lo que “el brazo político de ETA atenta diariamente contra la memoria de los asesinados desde hemiciclos como el del Congreso de los Diputados o el del Parlamento Vasco”.

Opinaba asimismo que “la clase política no ha establecido mecanismos reales que afiancen la consecución de la Justicia”, ya que “un Estado de Derecho que se precie no puede asistir impasible a un escenario con más de 400 atentados mortales sin esclarecer”.

Por otro lado, la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, María del Mar Blanco, ha reivindicó ayer “unidad” contra el terrorismo yihadista.

Dicho esto, denunció que no se debe permitir que “se humille a las víctimas con macabros mensajes”, en referencia a los textos publicados en redes sociales por políticos como el edil de Ahora Madrid Guillermo Zapata.

Por ello, dijo que las víctimas continuarán exigiendo a la justicia que persiga los delitos que se puedan cometer con ese tipo de mensajes y también seguirán “alzando la voz para que aquellos que muestran claros signos de intolerancia y de odio no estén representando a los ciudadanos en las instituciones”.

Blanco apeló asimismo a luchar contra los que intentan imponer el discurso “radicalmente falso” de que en el caso del terrorismo etarra “habría existido una lucha de dos bandos”. “Aquí no han existido más que unos criminales que han tratado de imponer por las armas su discurso político”, agregó.

Recordó el sufrimiento que le toca vivir a las víctimas de por vida, “lo verdaderamente trágico, y no los kilómetros que recorren los familiares (de etarras) para dar un abrazo a los verdugos o a sus cómplices”.

Por parte del Gobierno, asistieron al acto el presidente, Mariano Rajoy; el presidente del Congreso, Jesús Posada, y el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, entre otros.