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jueves | 18 abril | 2024
El PSC cerró filas ayer en torno a su nuevo líder, Miquel Iceta, y ratificó por unanimidad en un congreso extraordinario en el que los socialistas catalanes redoblaron su apuesta junto con el PSOE por la reforma federal como la “única salida” frente a los que quieren “romper España”.
El congreso del PSC, celebrado en el recinto ferial de La Farga de L’Hospitalet, fue atípico porque fue exprés: en cuatro horas se eligió a su nuevo primer secretario –previamente pasó por unas primarias–, votó la nueva ejecutiva y acogió el primer discurso en Cataluña de Pedro Sánchez como nuevo secretario general del PSOE.
Sánchez abogó por dejar atrás los “reproches” entre Mariano Rajoy y Artur Mas porque es “tiempo de negociación y reforma constitucional”.
Pero mientras Sánchez citó ni una sola vez la consulta soberanista convocada en Cataluña para el 9 de noviembre, Iceta, en un tono mitinero como hacía tiempo que no se veía en un cónclave del PSC, recordó que “no habrá solución –en Cataluña– que no pase por las urnas”, aunque la consulta que el PSC defiende deberá ser siempre “legal y acordada” con el Estado.
“No engañemos a la gente y digamos que haremos cosas que no son posibles”, subrayó Iceta en alusión al presidente catalán y líder de CiU, Artur Mas –con el que mantendrá una reunión “discreta” en los próximos días–, mientras criticó al PP por su inmovilismo.
Precisamente y de forma insólita, los representantes de CiU (Lluís Corominas) y del PP (Enric Millo) invitados en el congreso fueron silbados por buena parte de los delegados.
Por su parte, el secretario general electo del PSOE, Pedro Sánchez, reivindicó la reforma federal de la Constitución, para lo que cuenta con el PSC, e instó a Rajoy y Mas a dejarse de “reproches” porque es “tiempo de negociación”.
En aras de la transparencia y la regeneración democrática, Sánchez, con Carme Chacón entre los asistentes al acto, se reafirmó también en celebrar una primarias “abiertas” para escoger candidato a La Moncloa.
Asimismo, rechazó que su partido vaya a apostar “en España y en Europa” por una “gran coalición”, una alianza entre populares y socialistas, lo que recibió una fuerte ovación de la militancia.
Sánchez tuvo unos minutos para ensalzar la apuesta del anterior secretario del PSC, Pere Navarro, por haber enarbolado la “bandera” de la “convivencia” ante el “choque de trenes” por una derecha española –en alusión al PP– que quiere “recentralizar” y una catalana –CiU– que “abraza el separatismo”.
Sánchez también afeó en su intervención que los independentistas que “identifiquen libertad con separación” y subrayó que los socialistas quieren liberarse de los “mismos males” que acechan tanto en Cataluña como al resto de España, entre los que citó la “decadencia institucional” y la “falta de trabajo”.
