10º-22º
martes | 23 abril | 2024
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol se negó ayer a contestar a una segunda ronda de preguntas sobre el origen de su fortuna oculta, aduciendo que la comisión del Parlament que le investiga “no es seria” por basarse, a su parecer, en el “dicen, dicen, dicen”.
Esa expresión con la que el expresidente catalán puso en cuestión la “consistencia” de la comisión de investigación creada para investigar su fortuna oculta marcó la última fase de su comparecencia ante los diputados, a los que reprochó que no aporten “pruebas” para sostener sus acusaciones.
falta de pruebas
Pujol, con actitud socarrona, se enzarzó con los diputados de la oposición en un cruce de juegos de palabras, tomando como base ese “dicen, dicen, dicen” que el expresident esgrimió de forma reiterada para restar valor a una comisión de investigación que cree falta de pruebas.
“¿Qué valor tiene un interrogatorio de dicen, dicen, dicen?. ¿Qué papeles llevan? Escuchen no, no les voy a contestar nada más, vayan diciendo, diciendo, diciendo”, espetó el expresident a los diputados, a quienes en alguna ocasión emplazó a justificar sus preguntas.
La discusión en torno al “dicen, dicen, dicen” con que Pujol criticó la comisión ocurrió al abrirse el debate sobre si las normas parlamentarias permitían una segunda ronda de preguntas al compareciente.
Tras inquirir a los grupos –todos favorables a esa segunda ronda excepto CiU–, el presidente de la comisión, David Fernández (CUP), quiso conocer la opinión del propio Pujol, que le respondió: “Usted es el que manda, hagan lo que quieran y digan, digan, digan”.
sin audífonos
“No me quitaré los audífonos para no oirlos, pero me parece que esto no corresponde”, añadió con una sonrisa irónica.
En otro momento de su intervención, Pujol argumentó que no quería responder a las preguntas de la oposición para no “continuar con el bla, bla, bla de insinuaciones”.
El expresident añadió que la mayoría de las afirmaciones de la oposición solo pretendían “hacer más grande la pelota” del debate sobre el origen de su fortuna familiar.
Han sido varios los parlamentarios que recogieron el guante del “dicen, dicen, dicen” en sus últimas intervenciones: el exdiputado del PP Santi Rodríguez le recordó que hubo una época en que se “decía, decía, decía” que Pujol no tenía dinero en el extranjero, y ahora se ha descubierto que sí.
Por su parte, la diputada de la CUP Isabel Vallet expresó al presidente catalán su temor de que tras el “dicen, dicen, dicen” se escondiera una consigna de “roben, roben, roben”, y le advirtió de que en un futuro ese estribillo podría transformarse en “sentencias, sentencias, sentencias”.
Jordi Terrades, del PSC, también reaccionó al juego de palabras de Pujol, emplazándole con otro retruécano sin éxito: “Explique, explique, explique”.
Pujol inició ayer su comparecencia ante la comisión con un breve comunicado en el que pidió disculpas por la “crispación” con que, admitió, intervino en su comparecencia de hace cinco meses en el Parlament y se remitió a lo que declaró en su carta de confesión, en la cámara catalana y ante la juez: que la fortuna oculta procede de un legado de su padre Florenci.
Pujol, que dijo estar “muy tranquilo” sobre sus 23 años de gobierno al frente de la Generalitat, se revolvió algo airado cuando Amorós le acusaba de haber pactado en el pasado con PSOE y PP el silencio sobre sus presuntas irregularidades y, ante los ejemplos que el diputado esgrimía, respondió con visible enfado: “¿En qué se basa para decir eso?”, “eso es un afirmación gratuita e injuriosa”.
