La reforma de Ley de Salud comienza a tramitarse a pesar del rechazo de toda la oposición

La reforma de Ley 
de Salud comienza 
a tramitarse a pesar del rechazo de 
toda la oposición
El conselleiro de Sanidade bebe durante su intervención | xoán rey (efe)

El pleno del Parlamento rechazó ayer, con los votos del PPdeG, las enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición a la reforma del proyecto de Ley de Saúde de Galicia, que continuará ahora su tramitación parlamentaria, dos días después de la multitudinaria manifestación para pedir su retirada.
Los grupos de la oposición –En Marea, PSdeG y BNG– mediante sendas enmiendas de totalidad o devolución, demandaban que la reforma no llegase a iniciar su tramitación parlamentaria y que la Xunta volviese a presentar un texto distinto al entender que perjudicará a la población gallega derivada de la supresión de áreas sanitarias y ante el temor al desmantelamiento de los hospitales comarcales.

Atención de calidad
Extremo que fue negado por el conselleiro de sanidad, Jesús Vázquez Almuíña, que incidió en que el objetivo de la ley es “adaptarse a las diferentes realidades” de la comunidad, pero garantizando que “los centros de salud y los hospitales comarcales seguirán prestando una atención de buena calidad”.
Según el conselleiro, de forma previa a la entrada en el Parlamento de esta ley, desde el Ejecutivo gallego se buscó “siempre el máximo consenso posible”, manteniendo reuniones con todos los agentes y colectivos implicados para que presentasen propuestas de mejora, al igual que espera que, a lo largo de la tramitación parlamentaria, los distintos grupos hagan también sus aportaciones para “mejorar un texto normativo de gran importancia”.
Sin embargo, la oposición rechazó estas explicaciones e insistió en que la reforma forma parte de una estrategia para privatizar un servicio básico, trasladando a miles de pacientes de la sanidad pública a la privada.
La diputada de En Marea Eva Solla aseguró que la presentada ayer “no es una actualización” de la ley en vigor, sino que “es una contrarreforma” que acredita que “nunca respetaron la ley de salud, ni los principios contenidos en el texto” de 2008, aprobado durante la legislatura gobernada por el bipartito.
El representante de sanidad del grupo socialista, Julio Torrado, sostuvo que la defendida ayer por el conselleiro es una “reforma cobarde” ante la que da la “sensación” de que incluso desde la Xunta “están avergonzados de sus propias medidas” ya que fue “presentada en vacaciones” y sin ser “consensuada con nadie”.
La parlamentaria del BNG Montse Prado opinó que la aprobación de la reforma persistirá en una senda de “privatización y desmantelamiento” del sistema público, dando continuidad a una forma de gobernar “a golpe de los intereses de la industria y de la sanidad privada”.

La reforma de Ley de Salud comienza a tramitarse a pesar del rechazo de toda la oposición

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