Sanidad da un paso al frente y veta fumar en la calle y cierra el ocio nocturno en toda España

Sanidad da un paso al frente y veta fumar en la calle y cierra el ocio nocturno  en toda España
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una rueda de prensa tras presidir el Consejo Interterritorial extraordinario | chema moya

El Ministerio de Sanidad, con el beneplácito de todas las comunidades, declaró por primera vez once actuaciones coordinadas en todo el país para atajar la expansión del coronavirus, que van del cierre del ocio nocturno al veto de fumar en la calle o al límite de horarios de la hostelería.

Es la primera vez que el Gobierno echa mano de este mecanismo nuevo contemplado en el “Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por Covid-19”, aprobado a mediados de julio y diseñado cuando las medidas adoptadas por las comunidades no son suficientes para frenar al virus.

Si estas actuaciones, decretadas por Sanidad y no por las autonomías, tampoco bastasen, el siguiente escenario dibujado en el plan sería el estado de alarma.

No obstante, el Gobierno no se plantea en este momento volver a asumir el mando único en la gestión de la crisis sanitaria.

“Hemos decidido adoptar por primera vez en democracia actuaciones coordinadas en materia de salud pública en beneficio de toda España”, una figura “ex novo” y cuyo cumplimiento “no es optativo” ni requiere de ratificación judicial, subrayó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Hasta ahora, el “protagonismo principal” lo tuvieron las autonomías, que fueron adoptando sus decisiones bajo el paraguas común del real decreto de la nueva normalidad y este plan. Ahora, deberán trasponer a sus respectivas normativas estas actuaciones, aunque ello no impide que añadan otras restricciones más severas si así lo estiman.

Como afirmó Illa en la rueda de prensa que ofreció tras la reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, los brotes y los casos asociados fueron creciendo en las últimas semanas, aunque “la situación actual no es comparable a la que teníamos en marzo”.

Los focos se desataron sobre todo por el ocio nocturno, con mayor número de infecciones asociadas, una media de 31, y también de gran parte de la transmisión comunitaria actual detectada en varias comunidades.

Por ello, consensuaron el cierre de discotecas, salas de baile y bares de copas con y sin actuaciones musicales en directo.

Como complemento, en los locales de hostelería, restauración, terrazas y bares o restaurantes de playa se debe garantizar la distancia interpersonal mínima de 1,5 metros en el servicio en barra y entre mesas, con un máximo de 10 personas por cada una. Todos deberán cerrar como máximo a la una de la madrugada, sin que puedan admitir nuevos clientes a partir de las 0:00 horas.

Gobierno y comunidades no se olvidaron de las residencias, en las que, a partir de ahora, deberán hacerse PCR a todos los nuevos ingresos con un decalaje máximo de 72 horas y a los empleados que regresen de su permiso o periodo vacacional y trabajadores que se incorporen de nuevo.

Las visitas quedan limitadas a una por persona y residente, extremando las medidas de prevención y con un máximo de una hora al día, con la recomendación de que se escalonen para evitar aglomeraciones, aunque podrán exceptuarse en el caso de pacientes que se encuentran en el final de su vida.

También se restringen las salidas de los residentes en centros sociosanitarios.

Otras de las medidas acordadas es extender la prohibición de fumar en la calle y en las terrazas, siempre que no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros, que ya se había implementado en Galicia primero y en Canarias después.

En este sentido, el ministro incidió en que lo mejor para la salud es “no fumar nunca”, pero en el caso de que se haga se debe garantizar la distancia física de seguridad de dos metros en la vía pública.

Prohibido está también el botellón, recordó Illa, por lo que se insta a las comunidades y ayuntamientos a aplicar de manera estricta las sanciones.

En el ámbito de los eventos multitudinarios, se deberá realizar una evaluación del riesgo por parte de la autoridad sanitaria, de forma que cada evento deberá contar con la autorización de la comunidad.

Asimismo, se establece la obligación de hacer cribados con PCR, en el caso de un brote epidémico, a aquellas poblaciones de riesgo, como centro sociosanitario, barrios o bloques de viviendas, entre otras.

Además, entre las recomendaciones Illa señaló la de no reunirse con grupos de más de diez personas, así como limitar el máximo aquellas que no sean del mismo grupo de convivencia estable y hacer PCR de cribado en residencias de forma periódica para asegurar que no hay trabajadores contagiados.

Sin olvidar, “por descontado”, a “las tres emes”: “Mascarillas, manos y metros”.

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