Los científicos estudiarán el autismo con minicerebros

Los científicos estudiarán el autismo con minicerebros
Tres miembros del grupo de investigadores de la Universidad de Coimbra | efe

Científicos lusos, liderados por la investigadora de la Universidad portuguesa de Coimbra (UC) Catarina Seabra, creará minicerebros de 4 milímetros a partir de células dentarias de personas autistas para estudiar dicha enfermedad.

El novedoso proyecto, que desarrollará cerebros tridimensionales de origen humano para estudiar el autismo, será financiado con una beca Marie-Curie de 150.000 euros que la Comisión Europea concedió a la joven investigadora portuguesa. La investigación se desarrollará durante los dos próximos años en el Centro de Neurociencias y Biología Celular (CNC) de la UC, en el ámbito del proyecto “ProTeAN”, dirigido por el investigador João Peça del Grupo de Circuitos Neuronales y de Comportamiento del CNV. El objetivo final del proyecto pasa por “posibilitar una medicina personalizada para cada enfermo de autismo”, explicó ayer Catarina Seabra.

Los minicerebros que crearán son unas bolas de células cerebrales humanas que crecen y son capaces de formar estructuras similares a las del cerebro en alrededor de un mes. Las células dentarias, recogidas cuando se cae un diente o de los propios dientes de leche del paciente, serán transformadas a partir de cultivos de laboratorio en neuronas. “El cerebro tendrá actividad a partir de los 4 u 8 meses y se podrá usar durante un período de dos años, ya que a partir de ese momento empiezan a morirse debido a que no tienen vasos sanguíneos”, refirió la investigadora.
Según el grupo científico, con los minicerebros será posible explorar de forma innovadora características del cerebro de personas autistas, con especial atención a los cambios morfológicos y a la comunicación entre neuronas.


Además, “podremos ver cómo están organizadas las neuronas, su forma y cómo se comunican unas con otras”. Esto les capacitará para hacer comparaciones entre el funcionamiento de un cerebro de una persona saludable con el de otra que padece autismo.

Los científicos estudiarán el autismo con minicerebros

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