La clonación de plantas, un contraataque a su extinción

La clonación de plantas, un contraataque a su extinción
El ser humano busca alternativas ante la amenaza de extinción para unas 80.000 especies vegetales a nivel mundial | aec

el ser humano busca alternativas ante la amenaza de extinción para unas 80.000 especies vegetales a nivel mundial y la clonación a partir del cultivo de tejidos irrumpe como punta de lanza biotecnológica que puede aliviar esta situación.
El investigador Víctor Chávez contó los detalles de este proceso in vitro que puede replicar, a partir de una sola célula del vegetal, “miles o millones de plantas en espacios reducidos en tiempos muy cortos” y con independencia de las condiciones climáticas. En el Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se llevan a cabo estos procesos, el doctor en ciencias apuntó que se busca “el aprovechamiento sustentable de especies mexicanas escasas en la naturaleza, algunas en peligro de extinción y otras ya extintas”. Dado que es muy complicado conseguir el ejemplar completo o incluso semillas de estas plantas amenazadas, los científicos recurren a esta técnica.
“Es menester entonces llevar a cabo investigaciones biotecnológicas que permiten dividir a un individuo en sus bloques constituyentes, sus órganos, sus tejidos, sus células, de tal manera que podremos nosotros cultivar raíces, tallos, pétalos, epidermis de manera aséptica in vitro”, explicó. Manipular las plantas permite “variar las condiciones experimentales, cambiando la luz, la temperatura, el pH, hormonas, atmósfera y con ello dirigir la respuesta de las células”, teniendo control absoluto del desarrollo hasta que estas se convierten en nuevos individuos. El primer paso es elegir qué parte de la planta se quiere trabajar, se desinfecta y se extrae la célula o grupo de células, las cuales se tratan en vítreos recipientes de cultivo llenos de macro y micronutrientes y reguladores de crecimiento.
La investigadora Wendy Juárez contó que este proceso se realiza en el área de transferencia aséptica, donde se toma sumo cuidado de que el medio (el recipiente) no se contamine. “Si se contamina el medio, perdemos la especie con la que estamos trabajando”, aseguró, tomándose precaución de que en la blanquecina sala se cumplan las condiciones de asepsia. Los medios se tienen que manipular con unas pinzas esterilizadas y con una delicadeza similar a la que se ejercería sobre la piel humana.
“Tenemos campanas de flujo laminar horizontal, su función es filtrar el aire con el que se está trabajando para poder eliminar esporas, ácaros” u otros organismos que pueden encontrarse en el aire. Después se llevan los frascos preparados a la cámara de incubación en donde se aplican los reguladores de temperatura para obtener una respuesta, ya sea organogénesis o embriogénesis, y traduciéndose de este modo en plantas clonadas libres de patógenos.

La clonación de plantas, un contraataque a su extinción

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