“Ao ver eses cadaleitos con rodas encóllese a alma”

“Ao ver eses cadaleitos con rodas encóllese a alma”
los restos del tren siniestrado el miércoles en las proximidades de santiago se amontonan en el recinto que la empresa grúas estación tiene en a escravitude. fotos: a. suárez / gonzalo salgado

“Cadaleitos con rodas” es como define Juan Manuel Vidal Seage lo que queda de los vagones del tren accidentado en Angrois. El portavoz del PP de Pontecesures trabaja como responsable de Calidad y Prevención en la empresa Grúas Estación, a cuyas instalaciones en A Escravitude (Padrón)están trasladándose los trece vagones que formaban parte del convoy siniestrado. La compañía, fundada en Pontecesures, villa en la que mantiene una de sus delegaciones, se encargará de transportar los restos del Alvia hasta Valladolid, ciudad en la que se emplaza el Taller Central de Reparaciones de Renfe, su base de mantenimiento para el norte de la Península.
El jueves comenzó el acopio de los vagones en el recinto de Grúas Estación. Varios equipos de transportes especiales con cuatro trailers y alrededor de diez personas (entre chóferes, ayudantes y un jefe de maniobras) participaron en las tareas, que continuaban ayer. Aún faltaban por trasladar las dos máquinas locomotoras del tren. “Son as que máis pesan, arredor de 70 toneladas cada unha, e hai que buscar a loxística” adecuada para su desplazamiento. Los vagones rondan las 14 o 15 toneladas. Prácticamente “só lles queda o casco”. Los asientos y todos los elementos interiores se desprendieron a consecuencia del accidente o los arrancaron los servicios de emergencias en busca de posibles víctimas. Hasta A Escrativude no paran de llegar en los dos últimos días multitud de curiosos que quieren ver con sus propios ojos el rastro de la tragedia. Sacan fotografías desde el exterior y no dudan en subirse a postes o cualquier otro resalto para conseguir una mejor perspectiva.

bajo custodia policial
Agentes de la Policía Nacional y vigilantes privados custodian en todo momento los vagones, que pueden jugar un papel relevante a la hora de investigar las causas que pudieron desencadenar este dramático accidente. Son pruebas judiciales y debe garantizarse la cadena de custodia. El acceso está restringido, pero Vidal Seage pudo el jueves por la noche caminar en medio de ese tétrico ambiente generado por los convoyes. “Meterse no medio impresiona. É un espectáculo dantesco, hai un cheiro raro, sangue, pelos... A un encóllese a alma ao pensar que dentro deses cadaleitos con rodas morreron oitenta persoas”, describe.
Participar en rescates no es nada nuevo para Grúas Estación. Lo hacen habitualmente en accidentes de camiones o autobuses, pero nada se parece ni de lejos al impacto de “ter alí acopiado un tren, e máis coa particularidade desta traxedia, na que faleceu tanta xente”. Entre lo más parecido que han realizado, recolocar sobre las vías un tren de pasajeros que realizaba el trayecto entre A Coruña y Vigo y descarriló en enero de 2008 a escasos metros de la estación de Pontecesures . Pero nada que ver con el desastre de Angrois. No hubo heridos y el ferrocarril ni siquiera llegó a volcar.
Será a lo largo de la próxima semana cuando comience a organizarse el transporte de los vagones hacia Valladolid. “Debido ao peso e ás dimensións” de las estructuras habrá que utilizar transportes especiales y eso “vai levar un pouco máis de tempo”, explica Juan Manuel Vidal Seage, porque, además de disponer de toda la logística, es obligatorio solicitar permisos a la Guardia Civil de Tráfico. Mientras, las instalaciones de Grúas Estación seguirán ejerciendo de improvisado depósito en el contemplar la magnitud de la tragedia que ha golpeado a Galicia.  n

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