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viernes | 19 abril | 2024
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avaló ayer la actuación del Servizo Galego de Saúde (Sergas) a la hora de administrar los nuevos tratamientos a afectados de hepatitis C y atacó con dureza a los grupos de la oposición, a los que acusó de intentar hacer “un juicio sumarísimo”, de tenderle “una trampa moral inadmisible” al vincular muertes con “recortes” y de estar “en campaña electoral”.
“Galicia les queda muy grande; me parece indigno que usen una vez más la sanidad para hacer campaña electoral y el sufrimiento de las familias para hacer política. Es inadmisible y yo no se lo admito”, aseveró el presidente gallego, a quien PSdeG, BNG y AGE enumeraron los pacientes de hepatitis C fallecidos que investiga la causa abierta por el Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago.
Frente a sus rivales –José Luis Méndez Romeu (PSdeG) llegó a acusarle de carecer de “empatía con el sufrimiento”–, Feijóo contraatacó acusando a la oposición de hacer un uso político del caso y reiteró que era una subcomisión específica compuesta por “profesionales” la que decidía sobre cada enfermo “de forma anónima” e imparcial antes de que se aprobase, en abril de 2015, el plan estratégico estatal.
Feijóo, a quien la Plataforma de Afectados de Hepatitis C y la oposición exigieron que se disculpe por sus políticas “de recortes” que causan “muertes”, se reafirmó en que dicha subcomisión autorizó el tratamiento en el 99 por ciento de los casos (1.137 frente a 13 denegados), basándose en criterios “clínicos y éticos”, y calificó de “disparate” aludir a razones económicas. A su juicio, esta interpretación es “inadmisible”.
“Estamos orgullosos de los 130 millones de euros invertidos para luchar contra la esta enfermedad”, argumentó el presidente de la Xunta.
