La Policía estima que cada día ocho viviendas de la ciudad sufren un robo

El problema de los robos en domicilios no ha parado de crecer desde mediados del año pasado, con la llegada de bandas procedentes de Europa del Este y actualmente es un hecho cotidiano. Según fuentes cercanas a la investigación de esta clase de delitos, la Policía Nacional calcula que en A Coruña se dan hasta siete allanamientos con robo al día, una cifra que es muy superior a lo que se había registrado hasta la fecha y que pone en duda si las autoridades están poniendo todos los medios necesarios para frenar lo que algunos consideran una verdadera avalancha.

“El problema es que se calcula que hay cerca de 250 delincuentes extranjeros que se dedican a forzar pisos solo en Galicia y en Policía Judicial no tienen medios suficientes”, apuntan fuentes del CNP. A pesar de ello, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) han conseguido apuntarse algunos tantos en la lucha contra estas bandas itinerantes y detener en lo que va de año a cerca de 40 sospechosos de ser miembros de ellas.

Desde la Jefatura Superior insiste en que no hay necesidad de alarmarse y que se están poniendo todos los medios. “Somos conscientes de que se trata de un delito que provoca especial preocupación porque afecta a un lugar tan importante como es para un persona el hogar”, comentaron estas mismas fuentes. Ahora bien: según otras voces del CNP, lo que se ha hecho es sobre todo reforzar el número de patrullas en las zonas consideradas como más sensibles, pero no se han destinado apenas refuerzos para el grupo formado en la UDEV para investigar los robos: “Básicamente, se trata de abrir los ojos a ver si se ve alguien sospechoso, eso es una cuestión de suerte”.

profesionales

Y confiar en la suerte no parece lo más sensato contra unas bandas que están integradas por individuos (tanto hombres como mujeres) que actúan de forma profesional, según reconoce la propia Jefatura,  dividiéndose las tareas de manera efectiva y forzando las puertas de las viviendas muy rápidamente. En el caso concreto de un modelo de seguridad, pueden abrirla sin forzarla, porque disponen de una llave para hacerlo.

 En otros casos, ni siquiera es necesario llegar a esos extremos: la tres jóvenes croatas que la Policía capturó a principios de octubre habían cometido nueve robos, varios de ellos con el conocido método “del resbalón”, que consiste en introducir una lámina de plástico entre la cerradura y el marco y que solo funciona cuando no está cerrada con llave. Sea cual sea el medio, el siguiente paso es rebuscar en la casa en busca de joyas y dinero antes de huir. Cuando llega la víctima, ya están lejos.