Leiceaga criticó que las actuales cuentas “no responden a las necesidades de los ciudadanos” y que es preciso “modificar las prioridades de ingresos y las prioridades de gasto” para hacerlos más adecuados y habilitar una “apuesta mucho más fuerte” en ámbitos como las infraestructuras o el saneamiento.
El portavoz socialista defendió una política de ingresos propios que no sea “tan conformista como la de la Xunta” y que permita “aumentar la progresividad” del sistema fiscal gravando en mayor medida a las rentas altas por encima de las medias y bajas.
Por este hecho, se posicionó en contra de las rebajas previstas en el impuesto de patrimonio y pidió que se mantengan como medida para la “reducción de las desigualdades sociales”, a la vez que exigió la introducción de nuevos tributos ambientales sobre cuestiones como las instalaciones con impacto ambiental y el incremento de las tasas sobre el agua estancada o la contaminación atmosférica.
De igual forma, para la reducción de los gastos de la Administración autonómica, abogó por un recorte del personal de gabinete, “parcialmente” prescindible”, y que en algunas consellerías, apuntó, genera gastos “mayores” a los del personal directivo.
En cuanto a las inversiones a acometer con los fondos adicionales, Leiceaga destacó principalmente dos bloques: el de servicios públicos como la sanidad y la educación y uno de promoción de la actividad económica, el empleo y las infraestructuras.
De este modo, en materia sanitaria, repasó cuestiones defendidas por su grupo “pleno tras pleno”, como la necesidad de dotación de más personal y equipamiento, junto con el desarrollo de planes para la salud mental y el refuerzo de la atención primaria.
Los asuntos centrales en materia educativa son los comedores escolares y las labores para la prevención del fracaso escolar, junto con la gratuidad de la primera matrícula universitaria y el establecimiento de becas para estudios de posgrado.