Los sindicatos CIG, UGT y CCOO consideran la iniciativa de la Xunta un “código patético”

Los sindicatos CIG, CCOO y UGT informaron ayer de que su intención de no acudir horas más tarde de su comunicación a la reunión convocada por la Xunta para abordar el código ético anunciado por el presidente Alberto Núñez Feijóo, que ya fue aprobado por el Gobierno gallego y que afecta a todos los trabajadores públicos, según anunciaron en una conferencia de prensa conjunta. En opinión de las tres centrales sindicales, el texto que promueve el Gobierno gallego no es un código ético, sino un “código patético”.

Las tres organizaciones sindicales, con presencia en la mesa general de negociación del personal de la Xunta, remitieron un comunicado conjunto a la Administración pública en el que la informaban de que no iban a asistir a la reunión sobre el borrador de un código ético puesto que rechazan “participar en el lavado de cara del PP”.

Desviar la atención

Representantes de esos sindicatos manifestaron, en una conferencia de prensa, su oposición a la iniciativa, por ser “un código patético que solamente sirve para desviar la atención de los múltiples casos de corrupción en los que están implicados varios cargos institucionales del PP en Galicia”.

Denunciaron asimismo que sobre varios de esos cargos “no se producen medidas sancionadoras ni dimisiones”, según el comunicado conjunto.

Se trata de “una cortina de humo para tapar los desmadres que la clase política hace en este país”, añadió una coordinadora de CCOO, Luz López.

Representantes de UGT indicaron que “el código está hecho más para los empleados públicos que para los políticos. Deberían tener ellos un código moral y no chupar del bote” y consideraron que “el formulario de devolución que se adjunta en el código sobra, dado que, si no coges nada, no tienes que devolver nada”.

Una portavoz de CIG, María del Carmen López, coincidió en que los sindicatos “no van a ser la moneda de cambio para un lavado de cara que pretende hacer el Partido Popular” y aseguró: “los trabajadores públicos tenemos todo regulado, no necesitamos un código ético”.